La desaparición forzada de personas en México es un fenómeno que ha dejado una huella imborrable en la sociedad. La historia de María Herrera, madre de cuatro hijos desaparecidos, es un claro ejemplo de la lucha que enfrentan muchas familias en el país. Desde la administración de Felipe Calderón, la violencia y la impunidad han marcado la vida de miles de mexicanos, y las promesas de justicia parecen ser solo palabras vacías.
La historia de María Herrera se remonta a 2008, cuando sus hijos Raúl y Jesús desaparecieron en Guerrero. Dos años después, Gustavo y Luis también se sumaron a la lista de desaparecidos. Desde entonces, María ha estado en una búsqueda incansable, enfrentándose a un sistema que parece estar más interesado en encubrir a los perpetradores que en encontrar a las víctimas. Su experiencia con Calderón es un reflejo de la desconfianza que sienten muchas familias hacia las autoridades. A pesar de las promesas de ayuda, María nunca recibió respuestas concretas sobre el paradero de sus hijos.
### La desconfianza hacia el gobierno
La desconfianza de María hacia el gobierno actual es palpable. A pesar de las promesas de la presidenta Claudia Sheinbaum y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, María no ve una posibilidad real de avance. «Mi impresión es que más que construir, lo que quieren es desarticular lo que se ha hecho», afirma. Esta desconfianza se ve alimentada por la falta de respuestas en casos emblemáticos como el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, cuya desaparición conmocionó al país y al mundo.
La activista también critica la falta de acción en el caso del rancho Izaguirre, donde se han reportado hallazgos relacionados con desapariciones. A pesar de las afirmaciones de las autoridades de que no se trataba de un lugar de exterminio, la realidad es que la violencia sigue cobrando vidas, y las familias de desaparecidos continúan enfrentando un camino lleno de obstáculos. María señala que las autoridades no han respondido a sus propuestas para mejorar la Comisión de Búsqueda, lo que refleja una falta de interés en abordar la problemática de manera efectiva.
### La búsqueda de justicia
La búsqueda de justicia para las familias de desaparecidos es un proceso complejo y doloroso. María y otros familiares han tenido que aprender a buscar a sus seres queridos por su cuenta, enfrentándose a un sistema que a menudo les da la espalda. La falta de capacitación y sensibilidad en las autoridades ha llevado a muchas familias a buscar apoyo en organismos internacionales. En este contexto, la intervención del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU se convierte en un recurso vital para quienes han sido víctimas de la impunidad.
María ha llevado su lucha a instancias internacionales, buscando que se reconozcan sus derechos y se tomen medidas efectivas para encontrar a sus hijos. En 2018, presentó una demanda de amparo contra el Estado mexicano, y aunque ha habido avances, la lucha sigue siendo ardua. La falta de diligencia en las investigaciones y la complicidad de las autoridades locales han hecho que el camino hacia la justicia sea aún más complicado.
La historia de María Herrera es solo una entre miles. En México, la desaparición forzada es un problema que afecta a muchas familias, y la lucha por la verdad y la justicia continúa. La falta de respuestas y la impunidad han llevado a las familias a organizarse y a exigir cambios en el sistema. La búsqueda de sus seres queridos se ha convertido en un acto de resistencia, y cada paso que dan es un recordatorio de que la lucha por la justicia no se detendrá.
La violencia en México ha dejado un legado de dolor y sufrimiento, pero también ha generado una ola de solidaridad entre las familias de desaparecidos. A pesar de las adversidades, muchas de ellas han encontrado fuerza en la comunidad y han aprendido a apoyarse mutuamente en su búsqueda. La historia de María y su familia es un testimonio de la resiliencia y la determinación de quienes se niegan a olvidar y a rendirse ante la injusticia.
La lucha por la verdad y la justicia en México es un tema que requiere atención y acción. Las familias de desaparecidos merecen respuestas y apoyo, y es fundamental que la sociedad en su conjunto se una para exigir un cambio real en el sistema. La historia de María Herrera es un llamado a la acción, un recordatorio de que la búsqueda de justicia es un derecho que no debe ser ignorado.