La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reafirmado su postura en contra de cualquier tipo de intervención de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos en el país. Durante una reciente conferencia de prensa en Palacio Nacional, Sheinbaum desestimó la existencia de un «operativo especial» de la DEA en la frontera norte, en respuesta a un comunicado emitido por la agencia estadounidense que mencionaba un proyecto denominado «Proyecto Portero«. La mandataria exigió a la DEA una explicación sobre el contenido de su comunicado, que, según ella, no refleja la realidad de la situación en México.
«El comunicado no tiene nada que ver con la realidad», enfatizó Sheinbaum, quien cuestionó las intenciones de la DEA al hacer tales afirmaciones. La presidenta recordó que, en administraciones anteriores, hubo una clara intromisión de agencias estadounidenses en los operativos de seguridad en México, especialmente durante el mandato de Felipe Calderón. Sin embargo, aseguró que desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, se ha establecido un límite a estas intervenciones.
La mandataria subrayó que la seguridad del país es un asunto que debe ser manejado exclusivamente por las fuerzas federales, estatales y municipales de México. «Nosotros no permitimos eso. Las operaciones que tienen que ver con la seguridad del país son un asunto de nuestras instituciones», afirmó. Sheinbaum también mencionó que, aunque se puede colaborar con la DEA en términos de intercambio de información, las operaciones en el territorio mexicano deben ser conducidas por las autoridades nacionales, cumpliendo con la ley de seguridad nacional.
### La Relación entre México y la DEA
La relación entre México y la DEA ha sido históricamente compleja, marcada por tensiones y desconfianza. Durante años, la DEA ha sido criticada por su papel en la lucha contra el narcotráfico en México, donde se ha percibido una falta de respeto hacia la soberanía del país. La administración de López Obrador ha intentado cambiar esta dinámica, buscando una colaboración más equitativa y respetuosa entre ambas naciones.
Sheinbaum enfatizó que su gobierno tiene la responsabilidad de informar al pueblo de México sobre la verdad de la situación y de garantizar que cualquier relación con gobiernos extranjeros se realice dentro del marco de la Constitución. «La relación con cualquier gobierno extranjero, no solo Estados Unidos, tiene que ser en el marco de nuestra Constitución y de defensa de nuestra soberanía», declaró.
La presidenta también hizo hincapié en que su administración no permitirá que se repitan los errores del pasado, donde las agencias estadounidenses operaban con libertad en el país. Esta postura ha sido bien recibida por sectores de la población que abogan por una mayor autonomía en la política de seguridad nacional. Sin embargo, también ha generado críticas por parte de quienes consideran que la colaboración con la DEA es esencial para combatir el narcotráfico y la violencia en México.
### El Proyecto Portero y sus Implicaciones
El «Proyecto Portero» mencionado por la DEA ha suscitado diversas interpretaciones y especulaciones. Según el comunicado de la agencia, este proyecto implicaría una colaboración más estrecha entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, Sheinbaum ha dejado claro que no existe tal operativo y que cualquier colaboración debe ser consensuada y respetuosa de la soberanía mexicana.
La presidenta cuestionó las motivaciones detrás del anuncio de la DEA, sugiriendo que podría haber un intento de cambiar la narrativa sobre la relación bilateral. «¿Qué interés tiene la DEA de publicar lo que publicó hace dos días? No lo sé, probablemente querer decir que cambiaron las cosas», comentó. Esta declaración refleja la desconfianza que persiste en el gobierno mexicano hacia las intenciones de la DEA y su papel en la política de seguridad.
A medida que la administración de Sheinbaum continúa su mandato, es probable que la relación con la DEA y otros organismos internacionales siga siendo un tema candente. La presidenta ha dejado claro que su prioridad es la defensa de la soberanía nacional y la protección de los intereses del pueblo mexicano, lo que podría llevar a un replanteamiento de cómo se llevan a cabo las colaboraciones en materia de seguridad.
La postura firme de Sheinbaum frente a la DEA es un reflejo de un cambio en la política de seguridad de México, donde la soberanía y el respeto a las instituciones nacionales son ahora pilares fundamentales. A medida que el país enfrenta desafíos significativos en la lucha contra el narcotráfico, la forma en que se manejen las relaciones internacionales será crucial para el futuro de la seguridad en México.