La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su preocupación respecto al manejo de la situación de Ovidio Guzmán, hijo del famoso narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, por parte de las autoridades estadounidenses. Durante una reciente conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó la necesidad de que Estados Unidos proporcione información clara sobre el traslado de la familia de Guzmán a su territorio, en el contexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
En su intervención, la mandataria subrayó que la relación entre México y Estados Unidos debe basarse en la coordinación y colaboración, elementos que han permitido avances significativos en la lucha contra la delincuencia organizada. Sin embargo, Sheinbaum dejó entrever su descontento con la forma en que se ha manejado la declaración de Ovidio Guzmán como terrorista por parte de las autoridades estadounidenses. «Como declaran terroristas porque han dicho que no negocian con terroristas», comentó, sugiriendo que esta categorización podría complicar aún más la situación.
La presidenta insistió en que es fundamental que el gobierno estadounidense informe al pueblo sobre los motivos detrás del traslado de la familia Guzmán. «Tienen que dar la información primero. No han informado por qué entraron. No tenemos la información oficial que digan porque entró esta familia», afirmó. Este llamado a la transparencia se enmarca en el contexto de la extradición de Ovidio Guzmán, quien fue detenido en México en un operativo que resultó en la muerte de varios miembros del ejército mexicano.
En su discurso, Sheinbaum también abordó la discrepancia entre las definiciones de terrorismo en México y Estados Unidos. Según la presidenta, el término tiene características diferentes en ambos países, lo que puede llevar a confusiones en la interpretación de las acciones legales. «Nuestro gobierno responde frente al rol que son delitos aquí no los delitos allá. Nos regimos por las leyes y constitución mexicana no con las leyes de Estados Unidos», explicó, enfatizando que la lucha contra la delincuencia organizada debe ser guiada por el marco legal mexicano.
Además, Sheinbaum destacó que la extradición de Ovidio Guzmán se basa en un proceso legal que no ha cambiado en México. «No ha cambiado el delito de terrorismo, tiene un catálogo muy distinto en México que lo que ellos le pusieron allá», aclaró. Esto resalta la necesidad de que ambos países trabajen juntos, pero respetando sus respectivas legislaciones y procedimientos.
La presidenta también mencionó que el nuevo embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, visitará México pronto, lo que podría abrir nuevas oportunidades para fortalecer la colaboración en temas de seguridad y narcotráfico. «Necesitamos ponernos de acuerdo cuándo va a ser la entrega de las cartas credenciales, para tener mucha colaboración», indicó, resaltando la importancia de mantener una comunicación fluida entre ambos gobiernos.
En el marco de esta situación, Sheinbaum enfatizó que el objetivo de su administración es defender la soberanía y la seguridad del pueblo mexicano. «Nos coordinamos pero no en el esquema de antes donde quienes operaban todo eran ellos, tenían una injerencia distinta. Nosotros lo único que hacemos es defender nuestra patria, soberanía, nuestro pueblo», afirmó, dejando claro que la lucha contra el narcotráfico es una prioridad para su gobierno.
La mandataria concluyó su intervención haciendo hincapié en la importancia de la cooperación bilateral para abordar los problemas de tráfico de drogas y armas entre México y Estados Unidos. «Las declaraciones de Trump de mano dura para la entrada de armas a México es algo muy bueno que se logró comunicando y coordinando», expresó, sugiriendo que la colaboración efectiva puede llevar a resultados positivos en la lucha contra la delincuencia organizada.
En resumen, la postura de Claudia Sheinbaum refleja una clara demanda de transparencia y respeto mutuo en la relación entre México y Estados Unidos, especialmente en temas tan delicados como la extradición y el tratamiento de los narcotraficantes. La presidenta busca asegurar que las acciones de ambos gobiernos se alineen con sus respectivas legislaciones y principios, mientras se trabaja en conjunto para combatir el narcotráfico y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.