La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha arremetido contra el ex presidente Felipe Calderón, calificándolo de «espurio», «entreguista» y «vendepatrias». Esta declaración se produjo tras los comentarios de Calderón en Washington, donde sugirió que el embajador estadounidense, Ken Salazar, no se opuso al «proceso de demolición» del Poder Judicial en México. Sheinbaum, en una de sus conferencias matutinas, enfatizó la gravedad de las palabras de Calderón y recordó que su llegada al poder se debió a un fraude electoral, lo que lo convierte, según ella, en un presidente ilegítimo.
La mandataria destacó que es indignante que un ex presidente de México pida intervención extranjera en asuntos internos del país. «Fíjense en la gravedad de lo que dice un ex presidente. Yo siempre le pongo el apellido espurio, porque llegó con un fraude electoral al gobierno de México. Es indignante, no tiene otra palabra», afirmó Sheinbaum. La presidenta también hizo referencia a la historia de intervenciones estadounidenses en México, recordando el golpe de Estado a Francisco I. Madero, donde el embajador Henry Lane Wilson jugó un papel crucial.
En su crítica, Sheinbaum cuestionó la lógica de Calderón al sugerir que el embajador estadounidense debería haber actuado para detener la reforma judicial. «¿Cuál es el peor momento de la historia de un embajador estadounidense interviniendo en México? El golpe de Estado a Madero, donde el embajador fue el orquestador de ese golpe de Estado», dijo. La presidenta insistió en que la intervención de un embajador en los asuntos internos de un país soberano es un acto inaceptable y que Calderón, al hacer tales declaraciones, demuestra una falta de respeto hacia la soberanía mexicana.
La polémica surge en un contexto donde la reforma al Poder Judicial ha sido un tema candente en la política mexicana. La administración de Sheinbaum ha estado trabajando en cambios significativos en el sistema judicial, lo que ha generado reacciones tanto a favor como en contra. La crítica de Calderón se suma a una serie de ataques que ha recibido el gobierno actual por parte de figuras de la oposición, quienes argumentan que las reformas pueden debilitar la independencia del poder judicial.
En este sentido, la presidenta ha defendido su postura, argumentando que las reformas son necesarias para garantizar un sistema judicial más justo y accesible para todos los mexicanos. «No podemos permitir que el pasado nos condicione. Necesitamos un Poder Judicial que sirva al pueblo y no a intereses particulares», afirmó.
La respuesta de Sheinbaum no solo se limita a Calderón, sino que también se extiende a otros actores políticos que han cuestionado su administración. En su conferencia, la presidenta hizo un llamado a la unidad y a la defensa de la soberanía nacional, instando a los mexicanos a no dejarse influenciar por voces externas que buscan desestabilizar el país.
Además de la controversia con Calderón, el gobierno de Sheinbaum enfrenta otros desafíos, como la reciente vinculación a proceso de varios miembros de la Secretaría de Marina (Semar) por su supuesta participación en una red de contrabando de combustible. Este caso ha generado un gran revuelo en la opinión pública, ya que involucra a altos mandos de la institución encargada de la seguridad nacional. La presidenta ha reiterado su compromiso con la justicia y la transparencia, asegurando que no habrá impunidad para aquellos que violen la ley.
Por otro lado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ha emitido una alerta sobre la circulación de medicamentos veterinarios apócrifos en el mercado. Esta situación ha suscitado preocupación entre los productores agropecuarios, quienes dependen de productos de calidad para garantizar la salud de sus animales y, por ende, la seguridad alimentaria del país. La Sader ha instado a los ciudadanos a estar atentos y a reportar cualquier irregularidad en la venta de estos productos falsificados.
La administración de Sheinbaum continúa enfrentando un panorama complejo, marcado por tensiones políticas y desafíos en diversas áreas. Sin embargo, la presidenta se mantiene firme en su agenda de reformas y en su defensa de la soberanía nacional, mientras que la oposición busca capitalizar las críticas para debilitar su gobierno. En este contexto, las palabras de Calderón y la respuesta de Sheinbaum reflejan la polarización que caracteriza la política mexicana actual, donde cada declaración puede tener un impacto significativo en la percepción pública y en el rumbo del país.