La reciente implementación de la Ley Antilavado en México ha generado un cambio significativo en el sector inmobiliario, imponiendo nuevas responsabilidades y sanciones a los asesores inmobiliarios. Esta legislación, que entró en vigor en julio de 2025, busca fortalecer la lucha contra el lavado de dinero y asegurar que las transacciones inmobiliarias sean transparentes y seguras. A continuación, se detallan las principales modificaciones que afectan a los profesionales del sector y cómo estas pueden impactar en su labor diaria.
### Responsabilidades Aumentadas para Asesores Inmobiliarios
Con la nueva ley, los asesores inmobiliarios deben adoptar un enfoque más riguroso en la evaluación de sus clientes. La obligación de validar la identidad de los compradores y verificar la fuente de sus ingresos se ha vuelto crucial. Esto implica que los asesores deben crear expedientes detallados que incluyan información sobre el cliente, así como alertar a las autoridades en caso de detectar operaciones sospechosas.
La figura del Beneficiario Controlador es una de las adiciones más relevantes de la ley. En transacciones que involucren personas morales, los asesores deben identificar a quienes controlan al menos el 25% de la empresa involucrada. Esto significa que no solo deben conocer al comprador directo, sino también a los beneficiarios detrás de la transacción, lo que complica aún más el proceso de venta.
Durante un seminario organizado por MoradaUno, se discutió la Evaluación Formal de Riesgo, que obliga a los asesores a clasificar a los compradores en niveles de riesgo bajo, medio o alto. Para realizar esta evaluación, se deben considerar diversos factores, como la forma de pago, el origen de los fondos y el perfil del cliente. Por ejemplo, un comprador mexicano que utiliza un crédito bancario y tiene un perfil profesional claro podría ser considerado de bajo riesgo, mientras que un comprador extranjero que paga en efectivo podría ser catalogado como de alto riesgo.
### Sanciones y Consecuencias del Incumplimiento
El incumplimiento de la Ley Antilavado puede resultar en sanciones severas. Las multas pueden oscilar entre 20,000 y un millón de pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción. Las violaciones pueden incluir no presentar avisos, no identificar adecuadamente al cliente o entregar reportes incompletos. Además, en casos más graves, las consecuencias pueden ser penales, lo que añade una capa de seriedad a la situación.
Los asesores inmobiliarios ahora tienen la responsabilidad de notificar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Unidad de Inteligencia Financiera en un plazo máximo de 24 horas si detectan operaciones vulnerables o comportamientos sospechosos. También deben conservar los expedientes de los clientes durante un mínimo de diez años y establecer políticas internas y programas de capacitación para cumplir con la normativa.
A pesar de que la ley ya está en vigor, aún se espera la publicación de las Reglas de Carácter General, que se prevé que se emitan antes de julio de 2026. Estas reglas especificarán los procedimientos que los agentes inmobiliarios deben seguir para cumplir con la ley, lo que representa un reto adicional para el sector. Santiago Morales, CEO de MoradaUno, enfatizó que el desafío no es solo legal, sino también operativo, ya que los asesores deben encontrar formas de cumplir con las nuevas regulaciones sin afectar sus ventas.
La ley no tiene como objetivo convertir a los asesores en policías, sino más bien fortalecer la cooperación entre el sector inmobiliario y las autoridades. La idea es que los asesores sigan centrados en su labor de venta de inmuebles, pero con una mayor conciencia de los riesgos asociados y la necesidad de actuar de manera responsable.
En resumen, la nueva Ley Antilavado representa un cambio significativo en la forma en que los asesores inmobiliarios operan en México. Con mayores responsabilidades y sanciones más severas, es fundamental que los profesionales del sector se preparen adecuadamente para cumplir con estas nuevas normativas y proteger tanto su negocio como la integridad del mercado inmobiliario en el país.