La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha anunciado la creación de una mesa de trabajo con Grupo México, con el objetivo de abordar la reparación del daño ambiental ocasionado por un derrame de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi en 2014. Este evento ha sido un tema de preocupación para los habitantes de la región, quienes han demandado acciones concretas para mitigar los efectos negativos de este desastre. En su conferencia de prensa desde Palacio Nacional, Sheinbaum destacó la importancia de llegar a un acuerdo que beneficie a la población afectada, asegurando que las dependencias federales están comprometidas en este proceso.
La mandataria enfatizó que la mesa de trabajo incluye la participación de varias secretarías, como la de Gobernación, Trabajo, Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Secretaría de Economía y el gobernador de Sonora. Aunque aún no se ha llegado a un acuerdo definitivo, Sheinbaum aseguró que el proceso avanza de manera positiva. «Queremos que se comprometan a cumplir con lo que dejaron pendiente», afirmó, haciendo referencia a la necesidad de establecer un hospital, un laboratorio y realizar pruebas permanentes a la población afectada.
El derrame de 2014 fue un incidente que dejó profundas huellas en la comunidad, y la presidenta recordó que, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, se creó un fideicomiso de 2 mil millones de pesos para la remediación. Sin embargo, se han presentado quejas por parte de los pobladores, quienes señalan que muchos de los beneficiarios del fideicomiso no eran residentes de la zona afectada. Esto ha generado desconfianza y un llamado a la transparencia en la gestión de los recursos destinados a la reparación del daño.
### Compromisos y Expectativas de la Mesa de Trabajo
La mesa de trabajo se ha establecido con la intención de que Grupo México cumpla con sus responsabilidades en cuanto a la remediación ambiental. La presidenta Sheinbaum ha manifestado que es fundamental que la empresa invierta en la recuperación de la zona y en el bienestar de los habitantes. «La idea es presentarle a la población un acuerdo claro, donde se especifique cuánto va a invertir la empresa para resarcir el daño», comentó.
Este enfoque busca no solo reparar el daño ambiental, sino también restaurar la confianza de la comunidad en las instituciones y en las empresas que operan en la región. La presidenta ha subrayado que el proceso no es cerrado ni oscuro, sino que se busca la transparencia y el compromiso real de Grupo México. La participación activa de las secretarías y del gobierno estatal es un paso hacia la construcción de un acuerdo que beneficie a todos los involucrados.
Además, la mandataria ha mencionado que se están realizando esfuerzos para garantizar que las pruebas de salud y los servicios médicos necesarios sean accesibles para la población afectada. Esto es crucial, ya que el derrame de sulfato de cobre ha tenido repercusiones en la salud de los habitantes de la región, y es imperativo que se tomen medidas para monitorear y atender cualquier problema de salud que pueda surgir como consecuencia de este incidente.
### Contexto del Derrame y sus Consecuencias
El derrame de sulfato de cobre en 2014 fue uno de los peores desastres ambientales en la historia reciente de México. La contaminación de los ríos Sonora y Bacanuchi afectó no solo al medio ambiente, sino también a la economía local, que depende en gran medida de la agricultura y la pesca. Los habitantes de la región han enfrentado dificultades para acceder a agua potable y han visto cómo sus medios de vida se ven amenazados por la contaminación.
Desde el incidente, ha habido un llamado constante a la acción por parte de los ciudadanos y organizaciones ambientales, quienes han exigido que se tomen medidas efectivas para remediar el daño y prevenir futuros desastres. La creación de la mesa de trabajo es un paso en la dirección correcta, pero muchos en la comunidad siguen siendo escépticos sobre la capacidad de Grupo México para cumplir con sus compromisos.
La situación ha sido complicada por la falta de confianza en las autoridades y en las empresas, lo que ha llevado a un clima de desconfianza y frustración entre los pobladores. La presidenta Sheinbaum ha reconocido estos sentimientos y ha prometido que su administración trabajará para restaurar la confianza de la comunidad en las instituciones y en el proceso de remediación.
A medida que avanza la mesa de trabajo, será crucial que se mantenga una comunicación abierta y transparente con la población. La participación de la comunidad en el proceso de toma de decisiones y en la supervisión de los compromisos adquiridos por Grupo México será fundamental para garantizar que se cumplan las expectativas y se logre una verdadera reparación del daño ambiental. La historia del derrame de 2014 es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad corporativa y la necesidad de que las empresas actúen de manera ética y sostenible en sus operaciones.
