América Latina se enfrenta a un desafío crítico en el ámbito de la ciberseguridad, con un déficit alarmante de expertos en este campo. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se estima que la región necesitará alrededor de 328,000 profesionales en ciberseguridad para satisfacer las demandas de las instituciones y empresas en el futuro cercano. Esta situación es particularmente preocupante en países como México, donde se calcula que faltan aproximadamente 113,000 especialistas para hacer frente a las crecientes amenazas cibernéticas.
La creciente interconexión de la población mundial, impulsada por la transformación digital, ha traído consigo un aumento en la frecuencia y la sofisticación de los ciberataques. Estos incidentes ya no son eventos aislados, sino amenazas persistentes que pueden comprometer la infraestructura crítica de los países, generar pérdidas económicas significativas y erosionar la confianza de la ciudadanía en las instituciones. En este contexto, la ciberseguridad ha dejado de ser un tema técnico para convertirse en una prioridad estratégica que involucra tanto al gobierno como al sector privado, así como a las universidades y la academia.
La inauguración de la Escuela de Verano en Ciberseguridad 2025, organizada por la Red de Excelencia en Ciberseguridad en México, subraya la urgencia de abordar este déficit de talento. Germán Zeppani, jefe de operación de la BID en México, enfatizó la necesidad de una respuesta colectiva ante los desafíos del ciberespacio. La colaboración y el intercambio de conocimientos son esenciales para enfrentar las amenazas cibernéticas, ya que ningún país puede abordar estos problemas de manera aislada. Se requiere un esfuerzo conjunto para compartir experiencias, aprender de los errores y éxitos de otros, y construir confianza entre las instituciones.
La ciberseguridad no solo es un desafío técnico, sino que también está intrínsecamente ligada a cuestiones políticas y sociales. Rocío Alejandra Aldeco Pérez, jefa del Departamento de Computación de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, destacó que la responsabilidad de la ciberseguridad recae en todos, no solo en los expertos. Las amenazas evolucionan constantemente, lo que exige que todos los sectores de la sociedad se adapten y se preparen para enfrentar estos riesgos.
A pesar de los desafíos, América Latina también posee un potencial significativo en el ámbito de la ciberseguridad. La diversidad y creatividad de la región, así como su capacidad de adaptación, son fortalezas que pueden ser capitalizadas para construir un ecosistema de ciberseguridad más robusto. Heidi Rocha Ruiz, directora general de Ciberseguridad de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, señaló que, mientras algunas áreas avanzan hacia la inteligencia artificial y la automatización, hay comunidades que aún carecen de conectividad básica. Esta disparidad digital representa un reto que debe ser abordado para garantizar que todos los ciudadanos estén protegidos contra las amenazas cibernéticas.
Los ciberataques no solo afectan a las empresas y gobiernos, sino que también tienen un impacto directo en la vida cotidiana de las personas. Patricia Prandini, presidenta de la Red Ciberlac, enfatizó que la ciberseguridad define la línea entre la seguridad y la vulnerabilidad en un mundo cada vez más interconectado. Las decisiones políticas y las acciones de individuos ajenos al campo de la ciberseguridad pueden influir en la seguridad digital de la región, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral que incluya la ética y el compromiso en el diseño de políticas de ciberseguridad.
La situación actual exige una respuesta rápida y efectiva. La falta de personal capacitado en ciberseguridad no solo representa un riesgo para las instituciones y empresas, sino que también pone en peligro la estabilidad económica y social de la región. La creación de programas de formación y la promoción de carreras en ciberseguridad son pasos cruciales para cerrar esta brecha de talento. Además, es fundamental fomentar la cooperación internacional para abordar las amenazas cibernéticas que trascienden fronteras.
La ciberseguridad es un desafío que no puede ser ignorado. A medida que la digitalización avanza, es imperativo que América Latina invierta en la formación de expertos en ciberseguridad y en la creación de políticas que fortalezcan la infraestructura digital. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado se podrá construir un futuro más seguro y resiliente frente a las amenazas cibernéticas que acechan a la región.