El mundo del fútbol se encuentra de luto tras la reciente pérdida de Frank Mill, un destacado exjugador alemán que formó parte del equipo que se coronó campeón del mundo en Italia 1990. Mill falleció a los 67 años el 5 de agosto de 2025, tras sufrir un infarto durante un viaje en taxi en Milán. Su muerte fue confirmada por el club Rot-Weiss Essen, donde comenzó su carrera profesional. Mill no solo dejó una huella imborrable en el fútbol alemán, sino que también es recordado por su contribución al deporte en general.
### Un Comienzo Prometedor en el Fútbol Alemán
Nacido el 23 de julio de 1958 en Essen, Frank Mill inició su carrera futbolística en el Eintracht Essen, donde mostró desde joven su talento y habilidades como delantero. A los 18 años, firmó su primer contrato profesional con el Rot-Weiss Essen, un club que en ese momento competía en la Bundesliga. Aunque su debut no fue el más exitoso, con solo tres goles en 19 partidos, su determinación y trabajo duro lo llevaron a destacar en la 2. Bundesliga Nord, donde se convirtió en uno de los máximos goleadores de la categoría.
Durante su tiempo en la 2. Bundesliga, Mill anotó un impresionante total de 71 goles en cuatro temporadas, destacándose especialmente en la campaña 1979-80, donde marcó 40 goles. Este rendimiento excepcional llamó la atención de Jupp Heynckes, quien lo fichó para el Borussia Mönchengladbach en 1981. En su primera temporada con el club, Mill anotó 14 goles, pero una lesión de espalda afectó su rendimiento en la siguiente temporada. Sin embargo, se recuperó y en la temporada 1983-84 lideró al equipo con 19 goles, aunque el Borussia Mönchengladbach no logró alzarse con el título de la Bundesliga.
En 1986, Mill se unió al Borussia Dortmund por 1.3 millones de marcos, donde continuó su carrera con gran éxito. En su primera temporada, anotó 17 goles, lo que ayudó al equipo a clasificar para la Copa de la UEFA. Su liderazgo y habilidades en el campo lo llevaron a ser nombrado capitán del equipo, y en 1989, levantó la DFB-Pokal tras vencer al Werder Bremen. A pesar de su éxito, su rol en el equipo disminuyó con la llegada de Ottmar Hitzfeld, lo que lo llevó a unirse al Fortuna Düsseldorf en 1994. Allí, Mill ayudó al club a lograr el ascenso a la Bundesliga antes de retirarse en 1996, dejando un legado de 123 goles en 387 partidos en la máxima categoría del fútbol alemán.
### Un Legado Internacional
A nivel internacional, Frank Mill debutó con la selección de Alemania Occidental en 1982. Su carrera internacional fue notable, aunque no estuvo exenta de controversias. Participó en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde ganó una medalla de bronce, un logro significativo en su carrera. Sin embargo, su participación en la Copa del Mundo de 1990 fue más simbólica que activa, ya que, a pesar de formar parte del plantel campeón, no jugó ni un solo minuto durante el torneo. Esto no disminuyó su estatus como campeón, pero sí dejó una marca en su trayectoria.
Tras su retiro del fútbol profesional, Mill asumió un puesto directivo en el Fortuna Düsseldorf, aunque dejó el cargo debido a la falta de éxito en esa faceta. A pesar de los altibajos en su carrera, su legado como goleador y líder en el campo permanece en la memoria de los aficionados al fútbol. La noticia de su fallecimiento ha conmovido a muchos, y su contribución al deporte será recordada por generaciones.
La comunidad futbolística ha expresado su dolor y respeto por Mill, quien no solo fue un jugador talentoso, sino también un símbolo de perseverancia y dedicación. La DFB, la federación alemana de fútbol, rindió homenaje a su memoria, recordando su impacto en el deporte y su papel en la historia del fútbol alemán. La pérdida de Frank Mill es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de valorar a aquellos que han dejado una huella en el mundo del deporte. Su legado perdurará en la historia del fútbol, y su nombre será recordado con cariño por todos los que aman este hermoso juego.