Ghost, la banda sueca que ha desafiado las convenciones del rock desde su aparición en la década de 2010, se ha convertido en un fenómeno global. Con su estética única que combina elementos góticos y una teatralidad impactante, han logrado captar la atención de un público diverso. En su próxima gira, Skeletour, que se llevará a cabo en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México los días 23, 24 y 25 de septiembre, la banda promete ofrecer un espectáculo que va más allá de un simple concierto, convirtiéndose en una experiencia inmersiva.
### La Influencia de la Teatralidad en Ghost
Desde sus inicios, Ghost ha sido conocido por su enfoque teatral, que incluye músicos enmascarados y un personaje central, el «Papa Emeritus», que mezcla elementos de la figura papal con el rock. Esta dualidad ha generado tanto admiración como controversia. Sin embargo, a medida que la banda ha evolucionado, su teatralidad ha pasado de ser un aspecto que algunos consideraban negativo a convertirse en su mayor fortaleza. Tobias Forge, el líder creativo de Ghost, ha declarado que su música y sus presentaciones están diseñadas para explorar temas profundos como la vida, la muerte y lo que hay en medio, desafiando así la etiqueta de «satánicos» que a menudo se les asigna.
El diseñador de iluminación y escenografía, Tobias Rylander, ha jugado un papel crucial en la creación de esta atmósfera única. Con una mezcla de arquitectura gótica y brutalista, Rylander ha diseñado un escenario que no solo complementa la música, sino que también cuenta una historia visual. La escenografía incluye el «Grucifix», una estructura luminosa en forma de cruz que se erige como el símbolo central del espectáculo, rodeada de fachadas escultóricas y plataformas que añaden profundidad a la experiencia.
### La Escenografía como Personaje
La actual gira de Ghost, Skeletour, se distingue por su impresionante escenografía, que Rylander describe como un personaje en sí mismo. Cada elemento del escenario está cuidadosamente diseñado para contribuir a la narrativa del espectáculo. Las luces, sombras y plataformas no solo sirven como telones de fondo, sino que también interactúan con la música y la actuación, creando una experiencia multisensorial.
Rylander enfatiza que su objetivo es hacer que el público sienta algo profundo durante el espectáculo. «Queremos que la gente sienta algo, mas no asustar a nadie, ni tampoco hacer que adoren a Satán. Queremos darles una experiencia única en su vida», explica. Esta visión se refleja en cada aspecto del diseño, desde la elección de colores hasta la disposición de los elementos en el escenario.
La influencia de bandas icónicas como KISS, Pink Floyd, Van Halen y Queen es evidente en la forma en que Ghost aborda sus presentaciones. Estas bandas no solo buscaban entretener, sino también emocionar e impresionar a su audiencia. Ghost ha tomado esa inspiración y la ha adaptado a su propia identidad, creando un espectáculo que es tanto un homenaje al pasado como una mirada hacia el futuro.
Con la tecnología de última generación que utilizan, Ghost logra mantener viva esa esencia del rock retro, mientras que al mismo tiempo innovan en su presentación. La combinación de música poderosa, letras profundas y una escenografía impactante ha permitido a Ghost trascender las barreras del género, atrayendo a un público que va más allá de los fanáticos del metal.
La banda ha logrado llenar estadios en todo el mundo, y su éxito se debe en gran parte a su capacidad para conectar emocionalmente con su audiencia. A medida que se preparan para sus próximas presentaciones en México, los seguidores de Ghost pueden esperar un espectáculo que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre temas universales que resuenan en todos nosotros.
La experiencia de asistir a un concierto de Ghost es, sin duda, un viaje gótico que va más allá de la música. Es una inmersión en un mundo donde la teatralidad y la música se entrelazan para crear un ritual que deja una huella duradera en la memoria de quienes tienen la oportunidad de vivirlo. Con cada actuación, Ghost reafirma su lugar en la historia del rock, no solo como una banda, sino como un fenómeno cultural que continúa desafiando las expectativas y redefiniendo lo que significa ser un artista en el siglo XXI.