Una reciente demanda presentada por la Comisión Federal de Comercio (FTC) y varios estados de EE. UU. ha puesto en el centro de la controversia a Live Nation Entertainment y su subsidiaria Ticketmaster. Las acusaciones son graves: se les acusa de participar en tácticas ilegales de reventa de boletos y de engañar tanto a artistas como a consumidores sobre los precios y límites de entradas para eventos. Esta situación ha generado un debate sobre la transparencia en la venta de boletos y el acceso de los fanáticos a eventos en vivo.
### Estrategias de Precios Engañosos
La demanda expone un esquema complejo que incluye precios ocultos y manipulación de límites de compra. La FTC alega que Ticketmaster utiliza una estrategia conocida como «cebo y cambio». Esto implica mostrar precios de entradas artificialmente bajos que no reflejan el costo final real para el consumidor. Cuando los fanáticos buscan boletos en la plataforma de Ticketmaster, se les presenta un precio inicial que no incluye tarifas obligatorias significativas, como tarifas de servicio y procesamiento de pedidos, que pueden aumentar el costo total en un 30% o más.
Documentos internos citados en la demanda revelan que esta táctica es una decisión consciente de la empresa. Ticketmaster ha admitido que ocultar las tarifas hasta el momento del pago resulta en una mayor conversión de ventas. La FTC estima que los consumidores pagaron más de 16.4 mil millones de dólares en tarifas obligatorias no reflejadas en el precio inicial entre 2019 y 2024. Este tipo de prácticas no solo afecta a los consumidores, sino que también perjudica a los artistas que buscan ofrecer precios accesibles a sus seguidores.
En México, Ticketmaster ha incrementado recientemente los cargos por servicios, que ahora abarcan hasta el 24% del costo total de una entrada. A pesar de las declaraciones públicas de la compañía sobre la «transparencia de precios», las evidencias sugieren que la estrategia de ventas está diseñada para maximizar las ganancias a expensas de los fanáticos.
### Colaboración con Revendedores
Otro aspecto alarmante de la demanda es la acusación de que Ticketmaster ha saboteado intencionadamente los límites de compra establecidos por los artistas. Estos límites están diseñados para dar a los fans comunes la oportunidad de adquirir entradas a precios razonables. Sin embargo, la demanda sostiene que Ticketmaster ha estado trabajando tácitamente con revendedores, permitiéndoles comprar ilegalmente millones de dólares en entradas en el mercado primario.
A pesar de que Ticketmaster publicita límites estrictos, la realidad es diferente. Documentos internos indican que la compañía ha sido consciente de que los revendedores a menudo compran miles de entradas para un solo evento, lo que niega a los fanáticos la oportunidad de comprarlas a precios justos. Un ejecutivo de Ticketmaster admitió en un correo electrónico que la empresa «hace la vista gorda» ante las violaciones de los límites de entradas por parte de los revendedores. Además, Ticketmaster ha proporcionado apoyo tecnológico a estos revendedores a través de una plataforma llamada TradeDesk, que les permite gestionar la reventa de entradas de manera más eficiente.
La demanda también menciona que Ticketmaster y Live Nation han violado la Ley Better Online Ticket Sales (BOTS), que prohíbe eludir las medidas de seguridad para comprar entradas más allá de los límites establecidos. Las empresas no solo permitieron esta elusión, sino que se beneficiaron enormemente de ella, generando cientos de millones de dólares en ingresos al violar sistemáticamente esta ley.
Cuando los revendedores revenden entradas compradas originalmente en Ticketmaster, la compañía puede «triplicar las tarifas», cobrando a los revendedores en la compra primaria, nuevamente cuando se revenden en el mercado secundario, y finalmente a los consumidores que compran esas entradas. Solo en el mercado secundario, Ticketmaster cobró 3.7 mil millones de dólares en tarifas de reventa entre 2019 y 2024.
El impacto de estas prácticas en los fanáticos es significativo. Muchos se sienten excluidos del mercado primario y se ven obligados a pagar precios mucho más altos en la reventa. La demanda busca que el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California emita una orden judicial permanente para detener estas prácticas ilegales, otorgue reparaciones monetarias a los consumidores afectados y imponga sanciones civiles millonarias por cada violación de las leyes federales y estatales.
Hasta el momento, Ticketmaster y Live Nation no han emitido comentarios oficiales sobre la demanda. Sin embargo, la situación ha generado un debate más amplio sobre la ética en la venta de boletos y la necesidad de una mayor regulación en la industria de eventos en vivo. La presión sobre estas empresas podría llevar a un cambio significativo en la forma en que se manejan las ventas de boletos, beneficiando a los fanáticos y artistas por igual.