La noche del martes, el rapero estadounidense Kendrick Lamar se presentó en el Estadio GNP, donde reunió a más de 62 mil fanáticos que, a pesar de no alcanzar el sold out, disfrutaron de un espectáculo memorable. La expectativa era alta, y aunque el inicio del concierto se retrasó media hora, la energía del público no decayó. Muchos asistentes atribuyeron la baja demanda a la saturación de conciertos de alto perfil en fechas cercanas y a los precios elevados de las entradas, que contrastan con el estancamiento del salario mínimo.
Kendrick, conocido por su habilidad lírica y su impacto en el género del rap, llegó al escenario en un Buick Grand National de 1987, un símbolo de su gira denominada Grand National Tour. La espera se hizo más llevadera con el ambiente festivo que crearon los fanáticos, quienes, entre silbidos y luces de celulares, mostraron su impaciencia por ver al artista. A pesar de la cancelación de su presentación en el festival Tecate Pal Norte 2024 por problemas logísticos, Lamar no decepcionó a sus seguidores, ofreciendo un concierto que reafirmó su estatus como uno de los más influyentes en la música actual.
El espectáculo se dividió en cuatro actos, cada uno más electrizante que el anterior. Kendrick comenzó con “Wacced out murals”, una elección que encendió inmediatamente al público. La energía se mantuvo alta con temas como “Squabble up” y “N95”, donde Lamar interactuó con sus seguidores, gritando: “K-Dot está en la casa México, están listos para cantar”. La conexión entre el artista y el público fue palpable, con los asistentes cantando cada letra con fervor.
El segundo acto incluyó una serie de éxitos que hicieron vibrar el estadio. Temas como “Euphoria”, “Humble” y “Alright” resonaron en cada rincón del recinto, mientras el público se entregaba por completo a la experiencia. Durante este segmento, se proyectó un video que simulaba un interrogatorio policial, donde Lamar respondía a preguntas sobre su música, creando un ambiente de reflexión y conexión con sus letras.
La escenografía del concierto evolucionó a lo largo de la noche, comenzando con una grada que incluía bailarines y elementos visuales que evocaban la estética de los años 80. A medida que avanzaba el show, el escenario se transformó, culminando en una impresionante representación del Buick Grand National, que se convirtió en un elemento central del espectáculo. La producción incluyó fuegos artificiales y un uso innovador de luces, lo que elevó la experiencia a un nivel cinematográfico.
El tercer acto estuvo marcado por una serie de interpretaciones poderosas, incluyendo “DNA”, “Money Trees” y “Poetic Justice”. La habilidad de Kendrick para dominar el escenario y conectar con su audiencia fue evidente, y el público, compuesto por diversas generaciones de amantes del rap, se unió en un coro de voces que celebraban su música. La atmósfera era electrizante, y cada canción era recibida con vítores y aplausos ensordecedores.
Finalmente, el último acto, aunque más corto, fue igualmente impactante. Kendrick interpretó “Not Like Us”, y el estadio estalló en gritos cuando el rapero hizo una pausa para escuchar a su público corear. Este momento encapsuló la esencia de su actuación: una conexión genuina entre el artista y sus seguidores, que se sintieron parte de algo especial.
A lo largo de la noche, Kendrick Lamar no solo demostró su destreza como rapero, sino también su capacidad para contar historias a través de su música. La diversidad de su repertorio y la profundidad de sus letras resonaron con el público, dejando una huella imborrable en todos los presentes. La combinación de su talento, la producción visual y la energía del público hicieron de este concierto una experiencia inolvidable, consolidando aún más su legado en la historia del hip hop.
El evento no solo fue un espectáculo musical, sino una celebración de la cultura del rap y su impacto en la sociedad. Kendrick Lamar, con su estilo único y su mensaje poderoso, continúa siendo una voz relevante en el panorama musical, y su presentación en el Estadio GNP fue un testimonio de su influencia y conexión con sus fans.