La música tiene la capacidad de transformar experiencias dolorosas en arte, y Javier Blake, vocalista de División Minúscula, ha encontrado en su nuevo álbum «Cuenta a Dios tus planes» una forma de canalizar su dolor tras una ruptura amorosa. Este disco no solo refleja su proceso de sanación personal, sino que también se convierte en un diálogo con lo invisible, una búsqueda espiritual que ha acompañado al artista a lo largo de su carrera.
La ruptura con Carla Sariñana, vocalista de Ruido Rosa, marcó un antes y un después en la vida de Blake. Tras casi una década juntos y el nacimiento de su hija Sienna, la separación lo llevó a replantearse su vida y su música. En sus propias palabras, «venía de una separación después de 10 años con una persona con la que pensé pasar mi vida». Este cambio inesperado lo dejó «varado a medio mar», obligándolo a explorar sus emociones más profundas y a transformar su dolor en arte.
### Un Disco de Ruptura y Aprendizaje
«Cuenta a Dios tus planes» surge de un proceso introspectivo donde el desamor se convierte en el motor creativo. A pesar de que inicialmente Blake deseaba crear un disco luminoso, pronto se dio cuenta de que su realidad era diferente. «Al principio quise hacer un disco luminoso, una fiesta para salir del pozo, pero conforme escribía, me di cuenta que era lo contrario: un disco de ruptura… no desde el despecho, sino desde el respeto por lo vivido», explica el músico. Esta honestidad en su proceso creativo ha resonado con muchos de sus seguidores, quienes se han sentido identificados con sus letras.
El álbum no solo es un testimonio de su dolor, sino también una celebración de la vida y la música. Blake ha encontrado en su arte una forma de sanar, una conversación con lo que no se ve, con el destino y la energía que lo ha acompañado durante más de dos décadas. «Me considero una persona espiritual, pero no religiosa», dice. Esta búsqueda de espiritualidad personal, alejada de las instituciones religiosas, ha sido fundamental en su proceso creativo.
### La Paternidad y la Música como Compañeras de Vida
La paternidad ha cambiado la perspectiva de Blake sobre la vida y su música. Ser padre le ha enseñado que no todo se puede controlar y que es esencial dejar que la vida fluya. «La paternidad me enseñó que no todo se puede controlar, que hay que dejar que la vida fluya», comparte. Este aprendizaje se refleja en su música, donde busca acompañar a otros en sus propios procesos emocionales.
La conexión que ha establecido con su audiencia es un aspecto fundamental de su carrera. Al compartir su vulnerabilidad a través de sus letras, ha logrado crear un espacio donde muchos se sienten comprendidos. «Cuando publiqué los temas y vi la respuesta de la gente, noté que no estaba solo. Muchos se sentían igual, y eso fue sanador. Entre más íntimo puedas ser, más universal te vuelves. Entre más honesto eres, más gente conecta contigo», afirma Blake. Esta conexión emocional es lo que lo impulsa a seguir creando y compartiendo su música.
A medida que se acerca el final de su gira, Blake se prepara para un concierto en el Auditorio BB, donde espera compartir su viaje musical con sus seguidores. «Cuenta a Dios tus planes es el reflejo de un hombre que aprendió que la fe también puede escribirse con acordes», concluye el cantautor, dejando claro que su música es una extensión de su vida y sus experiencias.
La trayectoria de Javier Blake es un ejemplo de cómo el arte puede ser un vehículo para la sanación y la conexión humana. Su capacidad para transformar el dolor en música no solo lo define como artista, sino que también lo convierte en un referente para aquellos que buscan encontrar su propia voz en medio de la adversidad. Con cada acorde y cada letra, Blake continúa explorando su espiritualidad y compartiendo su viaje con el mundo, recordándonos que, a veces, los momentos más difíciles pueden dar lugar a las creaciones más hermosas.
