Un grave incidente ocurrió el 19 de mayo en Cali, Colombia, cuando un automovilista embistió a un grupo de estudiantes que se manifestaban pacíficamente frente a la Universidad del Valle (Univalle). La protesta se organizó en respuesta al feminicidio de Sirley López, una joven que fue asesinada el 8 de mayo. Este acto de violencia ha generado una ola de indignación y preocupación entre la comunidad estudiantil y la sociedad en general.
Los estudiantes, que se encontraban en la sede Meléndez de la universidad, estaban expresando su rechazo a la violencia de género y exigiendo justicia por el caso de López. Sin embargo, la manifestación se tornó violenta cuando un vehículo Chevrolet negro aceleró deliberadamente hacia el grupo, arrollando a varios de ellos. En un video que circula en redes sociales, se puede observar cómo uno de los estudiantes fue arrastrado varios metros sobre el cofre del auto, mientras que otro sufrió una fractura expuesta en su pierna derecha, tras ser golpeado por las llantas del vehículo.
El Comité Estudiantil Regional de Derechos Humanos de la Universidad del Valle emitió un comunicado en el que condena el acto, calificándolo como un intento claro de agresión y una amenaza directa al derecho a la protesta. Según el informe, el incidente pudo haber tenido consecuencias fatales, pero afortunadamente, los jóvenes heridos fueron atendidos a tiempo y se encuentran recibiendo atención médica especializada.
La universidad, en su comunicado oficial, informó que cuatro estudiantes resultaron heridos, dos de ellos mujeres y dos hombres. Las lesiones varían desde contusiones hasta fracturas en las extremidades inferiores. Ante la gravedad de la situación, la Dirección Universitaria y la Vicerrectoría de Bienestar se movilizaron rápidamente al lugar para brindar apoyo y asistencia a los afectados.
Este tipo de incidentes no son aislados en el contexto actual de Colombia, donde las manifestaciones por derechos humanos y justicia social han aumentado en frecuencia y visibilidad. La violencia contra las mujeres y los feminicidios son temas que han cobrado relevancia en la agenda pública, y la respuesta de las autoridades ante estos casos es cada vez más cuestionada por la sociedad civil.
La comunidad universitaria ha expresado su solidaridad con los estudiantes heridos y ha convocado a una nueva manifestación para exigir justicia no solo por el feminicidio de Sirley López, sino también por el respeto a los derechos de todos los ciudadanos a manifestarse pacíficamente. La situación ha generado un debate sobre la seguridad de los manifestantes y la necesidad de proteger el derecho a la protesta en un país donde la violencia parece estar en aumento.
La Universidad del Valle ha reiterado su compromiso con la defensa de los derechos humanos y ha instado a las autoridades a investigar a fondo el incidente y a tomar medidas para garantizar la seguridad de los estudiantes en futuras manifestaciones. La comunidad educativa está en alerta y exige respuestas claras sobre cómo se abordarán estos actos de violencia en el futuro.
La indignación por el feminicidio de Sirley López y el atropello de los estudiantes ha resonado en las redes sociales, donde muchos han compartido sus opiniones y han hecho un llamado a la acción. La situación actual en Colombia pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la violencia de género y de garantizar que las voces de quienes luchan por la justicia sean escuchadas y respetadas.
En medio de este clima de tensión, es fundamental que las autoridades actúen con responsabilidad y que se implementen políticas efectivas para proteger a los ciudadanos que ejercen su derecho a la protesta. La comunidad universitaria y la sociedad en general esperan que este incidente no quede impune y que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. La lucha por la justicia y la igualdad de derechos continúa, y la voz de los jóvenes es un elemento clave en este proceso.