Las recientes cifras sobre la recaudación de aranceles en Estados Unidos han generado un amplio debate sobre las implicaciones económicas para ambos lados de la frontera. Entre abril y el 15 de agosto de este año, el gobierno estadounidense ha recaudado 131 mil millones de dólares por concepto de tarifas arancelarias, según datos del Departamento del Tesoro. Esta cifra representa aproximadamente el 0.4% del PIB estadounidense en 2024 y un notable 7.1% del PIB mexicano. Las proyecciones sugieren que, si se mantiene este ritmo, la recaudación podría alcanzar los 275 mil millones de dólares a lo largo de 2025, lo que ha llevado a expertos a cuestionar si se implementarán más aranceles en el futuro.
La economista en jefe de un importante banco de inversión, Gabriela Siller, ha indicado que la cifra recaudada está por debajo de las expectativas iniciales del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien había estimado que la recaudación podría llegar a los 300 mil millones de dólares. Esto ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que el gobierno estadounidense busque aumentar los aranceles para alcanzar sus metas fiscales. Los aranceles aplicados a vehículos ligeros y autopartes fabricados en México se están cobrando de manera efectiva, mientras que otros productos manufacturados, a excepción del acero y el aluminio, no están siendo gravados adecuadamente, lo que plantea interrogantes sobre el cumplimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
**La Relación Comercial entre México y Estados Unidos**
México se ha consolidado como el principal socio comercial de Estados Unidos, representando el 16.4% de todas las mercancías importadas por el país vecino en el presente año. Esta relación se proyecta que se fortalecerá en los próximos años, con estimaciones que sugieren que la participación de México en el mercado estadounidense podría aumentar hasta un 19% entre 2025 y 2028. Esto se debe, en gran parte, a las ventajas arancelarias que México tiene frente a otros países, especialmente en un contexto donde se espera que la cuota de Canadá aumente del 13% al 17% y la de China disminuya del 14% al 8%.
El Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) ha destacado que, a pesar de los aranceles, la economía mexicana podría beneficiarse gracias a su posición en la cadena productiva regional. Sergio Contreras Pérez, presidente ejecutivo del Comce, ha afirmado que México llega a la próxima revisión del T-MEC con varias ventajas significativas. Entre ellas se encuentran su rol como proveedor esencial para la industria y manufactura estadounidense, su posición como el principal mercado para las exportaciones agrícolas de Estados Unidos y su capacidad para negociar en condiciones de igualdad con su vecino del norte.
Contreras Pérez también ha señalado que las industrias de ambos países son complementarias, lo que significa que dependen mutuamente para competir eficazmente en los mercados internacionales. Esta interdependencia podría ser un factor clave en las negociaciones futuras y en la forma en que se implementan los aranceles.
**Perspectivas Futuras y Estrategias Comerciales**
La situación actual plantea un escenario complejo para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México. A medida que se acercan las revisiones del T-MEC, es probable que ambos países busquen maximizar sus beneficios en un entorno de creciente competencia global. La implementación de aranceles podría ser vista como una estrategia para proteger industrias locales, pero también podría tener repercusiones en la economía mexicana, que se ha beneficiado de su cercanía geográfica y de sus acuerdos comerciales.
Las proyecciones de crecimiento para México en el mercado estadounidense son alentadoras, pero también dependen de la capacidad del país para adaptarse a las nuevas realidades comerciales. La diversificación de mercados y la inversión en innovación serán cruciales para mantener la competitividad. Además, la respuesta de México a los aranceles y la forma en que se manejen las relaciones comerciales en el marco del T-MEC serán determinantes para el futuro económico de ambos países.
En este contexto, es fundamental que las empresas mexicanas se preparen para enfrentar los desafíos que puedan surgir debido a cambios en la política comercial estadounidense. La colaboración entre sectores y la búsqueda de nuevas oportunidades en mercados internacionales serán esenciales para mitigar los efectos negativos de los aranceles y asegurar un crecimiento sostenible en el futuro.