La pandemia de COVID-19 ha dejado una huella profunda en la economía mexicana, afectando tanto a las empresas como al empleo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se ha observado un aumento significativo en el número de unidades económicas informales y una disminución en las formales. Este fenómeno ha generado preocupación entre economistas y autoridades, quienes analizan las implicaciones a largo plazo de estos cambios en el mercado laboral.
**Aumento de la Informalidad en el Mercado Laboral**
Los resultados de los Censos Económicos de 2023 revelan que las unidades informales han crecido del 62.6% al 64.3% en comparación con años anteriores. Este aumento es alarmante, ya que indica que una mayor proporción de la fuerza laboral se encuentra en situaciones de precariedad, sin acceso a beneficios sociales ni estabilidad laboral. En contraste, las unidades económicas formales han disminuido del 37.4% al 35.7%. Este cambio en la estructura del empleo refleja no solo la crisis provocada por la pandemia, sino también la falta de políticas efectivas para fomentar la formalización de las empresas.
La presidenta del INEGI, Graciela Márquez, destacó que estos resultados permiten entender mejor los efectos globales del choque sanitario y macroeconómico que ha traído consigo la pandemia. La disminución del personal ocupado en unidades formales, que pasó del 81.1% al 78.6%, es un claro indicador de la fragilidad del mercado laboral en el país. En 2023, el 96.4% del valor agregado censal bruto correspondió a unidades formales, mientras que solo el 3.6% fue generado por las informales. Esto pone de manifiesto la importancia de las empresas formales en la economía, a pesar de su disminución en número.
**Características de las Unidades Económicas en México**
En el contexto actual, México cuenta con aproximadamente 7 millones 94 mil establecimientos que emplean a 36 millones 592 mil personas. De estos, más de un millón operan en zonas rurales, y la mayoría son microempresas que emplean a 10 personas o menos. Estas microempresas representan el 95.4% del total y son responsables de proporcionar empleo al 41.4% del personal ocupado. Sin embargo, su contribución al valor agregado censal bruto es relativamente baja, alcanzando solo el 16.1% del total.
Por otro lado, las unidades económicas grandes, que emplean a más de 250 personas, constituyen apenas el 0.2% del total, pero generan el 54.2% del valor agregado censal bruto. Esto sugiere que, aunque las microempresas son fundamentales para el empleo, las grandes empresas son las que realmente impulsan la economía en términos de producción y valor agregado.
Las actividades económicas que más han contribuido al valor agregado son las manufacturas y el comercio. La participación de las manufacturas ha aumentado del 27.9% en 2008 al 34.3% en 2023, mientras que el comercio ha visto un incremento del 11.7%, pasando del 11.8% al 23.5% en el mismo periodo. Sin embargo, los servicios privados no financieros han experimentado una caída en su participación, disminuyendo del 20.8% en 2018 al 17.4% en 2023.
Entre las actividades con mayor crecimiento en valor agregado censal bruto se encuentra la banca múltiple, que ha crecido en 210 mil 799 millones de pesos. Otras actividades destacadas son la fabricación de automóviles y camionetas, así como la banca central, que también han mostrado incrementos significativos. La construcción de obras para transporte eléctrico y ferroviario ha sido la actividad con el crecimiento más acelerado, con una tasa media anual de 118.5%. Esto indica que, a pesar de la crisis, hay sectores que están experimentando un desarrollo notable.
La situación actual del empleo en México es un reflejo de los desafíos que enfrenta el país tras la pandemia. La creciente informalidad y la disminución de las unidades económicas formales son señales de alerta que requieren atención inmediata. Las políticas públicas deben enfocarse en fomentar la formalización de las empresas y en brindar apoyo a los trabajadores que se encuentran en la informalidad, garantizando así un futuro más estable y próspero para la economía mexicana.