La disminución esperada en el flujo de remesas hacia México representa un desafío significativo para muchas familias de bajos recursos. Según analistas económicos, se anticipa una reducción de entre el 4% y el 6% en las transferencias que los mexicanos en el extranjero envían a sus hogares, lo que podría afectar gravemente la estabilidad financiera de aquellos que dependen de estos ingresos. En algunos casos, las remesas constituyen más del 30% de los ingresos de estas familias, lo que subraya la importancia de este flujo de dinero en su vida cotidiana.
La situación se ha visto influenciada por varios factores, entre ellos las políticas migratorias más estrictas implementadas por el gobierno de Estados Unidos y un tipo de cambio que, aunque favorable al peso, no compensa la disminución en el número de trabajadores mexicanos en el mercado laboral estadounidense. De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2025 de BBVA, los hogares que reciben remesas dependen en gran medida de estos ingresos, que pueden llegar a representar hasta el 67% de sus recursos totales. Esto contrasta con las familias que no reciben remesas, donde los ingresos laborales promedio son de 64.4%.
### Dependencia Regional de las Remesas
La dependencia de las remesas varía significativamente entre las diferentes regiones de México. A nivel nacional, las remesas representan aproximadamente el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB), pero en estados como Chiapas, Guerrero y Michoacán, esta cifra es mucho más alta. Por ejemplo, Chiapas ha visto un aumento notable en su dependencia de las remesas, que ahora constituyen el 14.6% de su PIB. Este cambio se debe en parte a los flujos migratorios de Centro y Sudamérica, que han incrementado la cantidad de personas que envían dinero a sus familias en México.
En contraste, estados como Campeche y Nuevo León muestran una dependencia mínima de las remesas, con porcentajes que oscilan entre el 0.5% y el 0.9% del PIB. Esta disparidad resalta cómo las fluctuaciones en el envío de remesas pueden tener efectos desiguales en diferentes regiones del país, afectando más a aquellas que ya enfrentan desafíos económicos significativos.
### Limitaciones y Desafíos Futuros
Las remesas han sido históricamente un factor amortiguador para las familias en situaciones de vulnerabilidad, pero su capacidad para seguir cumpliendo este rol se ve amenazada por posibles cambios en las políticas migratorias y la implementación de impuestos sobre las transferencias. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha advertido que estas medidas podrían encarecer el envío de fondos, lo que afectaría aún más a los hogares que dependen de ellos.
El análisis de BBVA coincide con los hallazgos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, que indica que las remesas representan una tercera parte de los ingresos de los hogares más pobres. Esto pone de manifiesto la importancia crítica de las remesas en la economía de estas familias, que a menudo carecen de acceso a productos de crédito formales y tienen una menor capacidad de ahorro.
El economista en jefe de BBVA, Carlos Serrano, enfatiza que las remesas son fundamentales para la estabilidad financiera de estos hogares. Sin embargo, la previsión de una caída del 5.8% en las remesas para 2025, que se traduciría en una disminución de 61 mil millones de dólares, plantea un panorama preocupante. Esta reducción se debe a la disminución del número de mexicanos en el mercado laboral de Estados Unidos, lo que a su vez afecta la cantidad de dinero que se envía a casa.
El profesor Ignacio Martínez, del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, también señala que las políticas de Trump y el tipo de cambio favorable al peso podrían resultar en una disminución de entre 5 mil y 7 mil millones de dólares en remesas. Esto es especialmente preocupante para las entidades del sur-sureste de México, donde las remesas son una fuente crucial de ingresos para el gasto familiar.
A medida que se prevén impactos en el mercado laboral estadounidense debido a las políticas antiinmigrantes, el efecto más significativo podría provenir de los aranceles impuestos por Trump, que encarecen el proceso de manufactura y podrían llevar a despidos en las empresas. Esto resalta la necesidad urgente de que las regiones dependientes de las remesas busquen diversificar sus fuentes de ingresos y fomentar la creación de empleos locales para mitigar el impacto de la caída en las transferencias.