La multinacional española Iberdrola está en proceso de abandonar el mercado mexicano debido a la creciente incertidumbre jurídica que ha generado el actual gobierno. Esta decisión se ha visto impulsada por la falta de garantías para la rentabilidad de sus inversiones, lo que ha llevado a la empresa a replantear su estrategia en el país. Según informes recientes, Iberdrola ha contratado a Barclays Bank para facilitar la venta de sus activos en México, que incluyen 15 plantas de energía renovable.
### La Estrategia de Desinversión de Iberdrola
Iberdrola ha estado operando en México durante varios años, pero la situación actual ha cambiado drásticamente. La empresa ha vendido ya 13 plantas al gobierno mexicano entre 2023 y 2024, por un total de 6 mil millones de dólares. Este movimiento es parte de una estrategia más amplia para deshacerse de activos en mercados donde la seguridad jurídica es incierta. La compañía ha indicado que su enfoque se centrará en mercados que ofrezcan un entorno más favorable para las inversiones.
La incertidumbre en México se ha intensificado debido a la política energética del gobierno, que prioriza la operación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Aunque se han abierto espacios para la inversión privada, estos son limitados y están acompañados de la preocupación de que el sistema judicial no actúe de manera imparcial. Esto ha llevado a Iberdrola a cuestionar la viabilidad de sus operaciones en el país, lo que ha resultado en su decisión de vender sus plantas de energía renovable.
La venta de las 15 plantas, que se estima podría generar alrededor de 4 mil 700 millones de dólares, es un claro indicativo de la dirección que está tomando la empresa. La falta de un marco regulatorio claro y la percepción de un favoritismo hacia la CFE han hecho que Iberdrola considere que su futuro en México es incierto. La compañía ha manifestado que su política es salir de aquellos mercados donde no puede garantizar la rentabilidad de sus inversiones.
### Implicaciones para el Mercado Energético Mexicano
La salida de Iberdrola del mercado mexicano podría tener repercusiones significativas en el sector energético del país. La empresa ha sido un jugador clave en la promoción de energías renovables en México, y su desinversión podría ralentizar el progreso hacia un sistema energético más sostenible. La venta de sus plantas podría significar una reducción en la capacidad instalada de energía renovable, lo que podría afectar los objetivos de sostenibilidad del país.
Además, la incertidumbre jurídica que ha llevado a Iberdrola a esta decisión podría desalentar a otros inversores extranjeros que buscan entrar en el mercado mexicano. La falta de confianza en el sistema judicial y en la política energética del gobierno podría resultar en una disminución de la inversión extranjera, lo que a su vez podría afectar el crecimiento económico del país.
La situación también plantea preguntas sobre el futuro de la política energética en México. Si el gobierno continúa priorizando a la CFE y limitando la participación del sector privado, podría enfrentar desafíos significativos para cumplir con sus objetivos de energía renovable y sostenibilidad. La salida de Iberdrola podría ser solo el comienzo de un éxodo más amplio de empresas que buscan un entorno más seguro para sus inversiones.
En resumen, la decisión de Iberdrola de salir de México es un reflejo de la creciente incertidumbre jurídica y política en el país. La empresa ha tomado medidas para proteger sus inversiones y centrarse en mercados más seguros. Sin embargo, esta decisión también plantea importantes preguntas sobre el futuro del sector energético en México y la capacidad del país para atraer inversiones extranjeras en un entorno cada vez más desafiante.