La Reserva Federal de Estados Unidos ha comenzado una reunión crucial que podría marcar el primer recorte de tasas de interés en un periodo de nueve meses. Este evento se produce en un contexto de inflación persistente, desaceleración del crecimiento económico y presiones políticas que buscan una flexibilización de la política monetaria. La mayoría de los analistas anticipan que la Fed podría optar por una reducción de 25 puntos básicos, llevando las tasas a un rango entre el 4% y el 4.25%.
La inflación en agosto se situó en un 2.9% interanual, el nivel más alto desde enero, lo que ha llevado a la Fed a considerar el impacto de las políticas arancelarias del gobierno de Trump en el costo de vida. A medida que el mercado laboral muestra signos de desaceleración y la actividad económica se enfría, muchos economistas pronostican un crecimiento del PIB de alrededor del 1% para el tercer trimestre.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha indicado que los riesgos económicos están aumentando, lo que podría llevar al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) a anunciar un recorte de tasas por primera vez desde diciembre. Ryan Sweet, economista jefe de Oxford Economics, ha señalado que la Fed enfrenta un dilema, ya que sus objetivos de estabilización de precios y pleno empleo están en conflicto. Aunque la inflación subyacente también ha aumentado, Sweet considera que un recorte de 50 puntos básicos es poco probable, y se inclina más hacia una reducción de 25 puntos básicos.
Por otro lado, Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, también apoya la idea de un recorte de 25 puntos básicos y sugiere que la Fed podría continuar con recortes en sus próximas reuniones programadas para octubre y diciembre. La presión política desde la Casa Blanca ha sido un factor constante en este proceso, con el presidente Trump instando a la Fed a actuar con mayor agresividad en la reducción de tasas.
Trump ha manifestado su descontento con la política monetaria actual, sugiriendo que las tasas deberían ser tres puntos porcentuales más bajas. Aunque ha dejado de lado su intento de destituir a Powell, ha centrado su atención en Lisa Cook, una de las gobernadoras de la Fed, a quien despidió por supuestos fraudes hipotecarios. Sin embargo, Cook ha logrado mantener su puesto tras una decisión judicial que le permite participar en la reunión actual.
Además, Stephen Miran, quien fue presidente del Consejo de Asesores Económicos de Trump, ha sido confirmado como nuevo miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed. Miran es conocido por su enfoque en la guerra comercial y la presión sobre los aliados de EE. UU. para aumentar su gasto en defensa. Su presencia en la reunión podría influir en la dirección futura de la política monetaria.
La situación económica actual presenta un panorama complicado para la Reserva Federal. La combinación de inflación, desaceleración del crecimiento y presiones políticas crea un entorno en el que las decisiones sobre tasas de interés son más críticas que nunca. La Fed debe equilibrar su mandato de controlar la inflación y fomentar el empleo, mientras navega por las expectativas del mercado y las demandas del gobierno.
La reunión de la Reserva Federal no solo es un evento clave para los economistas y analistas, sino que también tiene implicaciones significativas para los consumidores y las empresas. Un recorte de tasas podría facilitar el acceso al crédito, estimular el gasto y, en última instancia, ayudar a reactivar la economía. Sin embargo, la Fed debe ser cautelosa, ya que un recorte demasiado agresivo podría desestabilizar la economía a largo plazo.
A medida que la reunión avanza, todos los ojos están puestos en las decisiones que tomará la Reserva Federal. Los mercados financieros, los consumidores y los responsables de políticas están a la espera de señales que indiquen cómo la Fed planea abordar los desafíos económicos actuales. La incertidumbre sobre el futuro económico de EE. UU. hace que cada movimiento de la Fed sea objeto de intenso escrutinio y análisis.
En resumen, la reunión de la Reserva Federal es un evento de gran relevancia que podría definir el rumbo de la política monetaria en los próximos meses. Con la inflación en aumento y el crecimiento en desaceleración, la Fed se enfrenta a un dilema que podría tener repercusiones significativas en la economía estadounidense y más allá.