El clima de negocios en México ha sido objeto de análisis por parte de las empresas españolas que operan en el país. A pesar de las tensiones comerciales y los aranceles impuestos por Estados Unidos, un significativo porcentaje de empresarios españoles considera que el entorno para invertir en México es aceptable o incluso bueno. Según un estudio reciente, el 36% de los encuestados ve el clima de negocios como aceptable, mientras que el 39% lo califica de bueno. Esta percepción se mantiene a pesar de los desafíos que enfrenta la economía global y las fluctuaciones en el tipo de cambio.
La Cámara de Comercio de España en México, conocida como Camescom, ha destacado que, a pesar de las adversidades, las empresas españolas continúan mostrando interés en el mercado mexicano. Antonio Basagoiti, presidente de Camescom, afirmó que el “barómetro está despejado” y que los capitales están fluyendo hacia México. Esto se traduce en una inversión de 3 mil 200 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, posicionando a España como el segundo país que más invierte en México, solo detrás de Estados Unidos.
### Perspectivas de Inversión y Empleo
El embajador de España en México, Juan Duarte Cuadrado, subrayó la importancia de México en el contexto actual y cómo las empresas españolas han contribuido a la creación de empleo en el país. Se estima que las inversiones españolas generan alrededor de 500 mil puestos de trabajo directos y un millón indirectos. Esto refleja no solo la confianza de los empresarios en el mercado mexicano, sino también el compromiso a largo plazo de las empresas españolas en la región.
El informe de Camescom también revela que, aunque el 53% de los empresarios considera que el clima de negocios se ha mantenido constante en el último año, un 38% ha notado un debilitamiento en las condiciones. Este cambio podría estar relacionado con la creciente incertidumbre en el entorno económico global y las tensiones arancelarias. A pesar de esto, muchos empresarios están optimistas y prevén aumentar su facturación y sus inversiones en el país durante 2025, enfocándose en la innovación y la mejora de la productividad.
María Romero Paniagua, directora de Analistas Financieros Internacionales, indicó que las empresas están viendo mejoras en áreas como la calidad de vida, la digitalización y la sostenibilidad. Sin embargo, el riesgo político se ha convertido en una preocupación creciente, aunque ocupa el séptimo lugar en la lista de preocupaciones de los empresarios.
### Desafíos y Preocupaciones del Entorno Económico
A pesar de la confianza generalizada, las empresas españolas en México enfrentan varios desafíos. La incertidumbre arancelaria se ha convertido en una de las principales preocupaciones. La gestión del tipo de cambio es vista como un riesgo significativo, especialmente para aquellas empresas que dependen de importaciones o exportaciones. Javier Gutiérrez Bucero, director de Unidad de Negocios de Movilidad en Repsol México, mencionó que, a pesar de un entorno complicado y de que algunas empresas han decidido salir del país, su compañía sigue comprometida con la inversión en México.
El estudio también revela que más de la mitad de las empresas encuestadas, específicamente un 36%, prevé incrementar su facturación en el próximo año. Además, más de un tercio de los empresarios planea aumentar sus inversiones en México, lo que indica un enfoque proactivo hacia el crecimiento y la adaptación en un entorno cambiante.
La situación actual plantea un panorama mixto para las empresas españolas en México. Si bien hay optimismo y planes de expansión, la incertidumbre económica y las tensiones comerciales continúan siendo factores que influyen en las decisiones de inversión. Las empresas deberán navegar por estos desafíos mientras buscan oportunidades para innovar y mejorar su competitividad en el mercado mexicano.
En resumen, el clima de negocios en México, aunque afectado por factores externos, sigue siendo atractivo para las empresas españolas. La combinación de inversión, generación de empleo y un enfoque en la innovación sugiere que, a pesar de los desafíos, las empresas están dispuestas a seguir apostando por el potencial de crecimiento que ofrece el mercado mexicano.