Los ataques isquémicos transitorios (AIT), comúnmente conocidos como microictus, son episodios breves de síntomas neurológicos que pueden parecer inofensivos, pero que en realidad pueden tener consecuencias graves si no se tratan adecuadamente. Cada año, aproximadamente 240,000 personas en Estados Unidos sufren un AIT, y la incidencia de estos episodios aumenta significativamente con la edad. A menudo, los síntomas de un AIT desaparecen rápidamente, lo que lleva a muchas personas a subestimar la gravedad de la situación y a no buscar atención médica inmediata. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que los AIT pueden provocar un deterioro cognitivo similar al que experimentan quienes han sufrido un ictus completo.
La historia de Kristin Kramer, una mujer de 54 años, ilustra perfectamente esta problemática. Un día, tras experimentar síntomas como dificultad para hablar y debilidad en una mano, decidió ignorar lo que le estaba sucediendo, pensando que no era grave. Sin embargo, tras acudir al médico y realizarse pruebas, se le diagnosticó un AIT. Este episodio le dejó secuelas, y aunque actualmente se siente bien, reconoce que si volviera a experimentar síntomas similares, buscaría atención médica de inmediato. Esta experiencia resalta la importancia de no subestimar los síntomas de un AIT, ya que pueden ser un indicativo de problemas más serios en el futuro.
### Consecuencias Cognitivas de los AIT
Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham ha revelado que el deterioro cognitivo que sufren las personas tras un AIT puede ser tan significativo como el que experimentan aquellos que han sufrido un ictus completo. A lo largo de cinco años, los participantes que habían sufrido un AIT mostraron un descenso en su rendimiento en pruebas cognitivas que fue comparable al de los que habían sufrido un ictus. Esto sugiere que, aunque los síntomas de un AIT pueden resolverse rápidamente, el impacto en la salud cognitiva a largo plazo puede ser considerable.
El neuropsicólogo Victor Del Bene, autor principal del estudio, enfatiza que el deterioro cognitivo tras un AIT no es simplemente un signo de envejecimiento o de otras condiciones médicas, sino que es una consecuencia directa del AIT. Esto significa que las personas que sufren un AIT deben ser conscientes de que su salud cognitiva puede verse afectada a largo plazo, lo que podría aumentar su riesgo de desarrollar demencia en el futuro. El estudio analizó a más de 30,000 participantes, lo que proporciona una base sólida para estas conclusiones.
Además, los neurólogos advierten que el riesgo de sufrir un ictus mayor tras un AIT es significativo, con tasas que oscilan entre el 5% y el 20% en los 90 días posteriores al episodio. La mayoría de estos riesgos se presentan en las primeras 48 horas, lo que subraya la urgencia de buscar atención médica inmediata tras la aparición de síntomas.
### Reconocimiento y Prevención de AIT
Reconocer los síntomas de un AIT es crucial para prevenir complicaciones graves. Según Tracy Madsen, epidemióloga y especialista en medicina de urgencias, los síntomas a tener en cuenta incluyen pérdida de equilibrio, cambios en la visión, caída facial, debilidad en los brazos y problemas en el habla. Es fundamental que las personas no ignoren estos síntomas y busquen atención médica de inmediato, ya que la rapidez en la atención puede marcar la diferencia en el pronóstico a largo plazo.
Las recomendaciones actuales de la Asociación Estadounidense del Corazón sugieren que, tras un AIT, se deben realizar exámenes y tratamientos más exhaustivos, incluyendo pruebas de imagen y evaluación de riesgos. Esto puede incluir la administración de anticoagulantes y asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida que ayuden a reducir el riesgo de ictus en el futuro.
La experiencia de Karen Howze, una abogada de 74 años, también resalta la importancia de reconocer los síntomas de un AIT. No se dio cuenta de que había sufrido varios AIT hasta que un médico notó debilidad en su lado derecho. Años después, aún experimenta dificultades para recordar palabras. Este tipo de experiencias subraya la necesidad de una mayor conciencia sobre los AIT y la urgencia de buscar atención médica.
En resumen, los ataques isquémicos transitorios son episodios que no deben ser tomados a la ligera. La investigación ha demostrado que pueden tener consecuencias cognitivas duraderas y un riesgo elevado de ictus posterior. Reconocer los síntomas y buscar atención médica inmediata es vital para prevenir complicaciones graves y proteger la salud cognitiva a largo plazo.