En un movimiento significativo para la economía de la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reducir su tasa de interés hasta el 2%, marcando el nivel más bajo desde finales de 2022. Esta decisión se produce tras la séptima disminución consecutiva en un ciclo de política monetaria que busca estimular el crecimiento económico en un contexto de inflación moderada. La medida, que entrará en vigor el 11 de junio de 2025, también incluye una reducción en los tipos de interés de las subastas semanales de refinanciación y en la facilidad de crédito, que ahora se sitúa en el 2.40%.
La decisión del BCE se fundamenta en la observación de que la inflación se ha mantenido en torno al objetivo del 2% a medio plazo, lo que ha permitido al banco central adoptar un enfoque más flexible en su política monetaria. La facilidad de depósito, que es el tipo de interés que reciben los bancos por sus depósitos en el BCE, actúa como un indicador clave para los tipos de interés en el mercado interbancario. Con esta reducción, el BCE espera que los tipos de interés del mercado monetario se alineen con su nueva tasa, lo que podría facilitar un entorno de financiamiento más favorable para las empresas y los hogares.
### Proyecciones de Inflación y Crecimiento Económico
El BCE ha revisado a la baja sus proyecciones de inflación, anticipando que esta se situará en un promedio del 2% en 2025, seguido de un 1.6% en 2026 y un 2.0% en 2027. Esta revisión se debe principalmente a la caída de los precios de la energía y a la fortaleza del euro, factores que han contribuido a una desaceleración en el crecimiento de los precios. En comparación con las proyecciones anteriores de marzo, el BCE ha ajustado sus expectativas de inflación a la baja en 0.3 puntos porcentuales para los años 2025 y 2026.
Además, la inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, se espera que se mantenga en un promedio del 2.4% en 2025 y del 1.9% en 2026 y 2027, lo que indica que la presión inflacionaria podría estar bajo control. Sin embargo, el BCE advierte que la incertidumbre en torno a las políticas comerciales podría afectar la inversión empresarial y las exportaciones, especialmente a corto plazo. A pesar de estos desafíos, el banco central confía en que el aumento de la inversión pública en defensa e infraestructuras respaldará el crecimiento a medio plazo.
### Perspectivas para la Economía de la Eurozona
En cuanto al crecimiento económico, el BCE proyecta que la economía de la eurozona crecerá un 0.9% en 2025, un 1.1% en 2026 y un 1.3% en 2027. Sin embargo, el banco central también ha señalado que cualquier escalada en las tensiones comerciales podría llevar a un crecimiento y una inflación por debajo de lo previsto. Por el contrario, si se logran resolver estas tensiones de manera favorable, el crecimiento y, en menor medida, la inflación podrían superar las expectativas actuales.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha enfatizado la importancia de la flexibilidad en la toma de decisiones, indicando que el banco evaluará la situación económica en cada reunión para determinar la dirección de los tipos de interés. Esta estrategia refleja la excepcional incertidumbre que enfrenta la economía global, lo que requiere una vigilancia constante y ajustes proactivos en la política monetaria.
Con la reducción de las tasas de interés y las revisiones a la baja en las proyecciones de inflación, el BCE busca crear un entorno más favorable para el crecimiento económico en la eurozona. La combinación de un mercado laboral sólido y un aumento en las rentas reales permitirá a los hogares gastar más, lo que, junto con unas condiciones de financiamiento más favorables, debería fortalecer la resiliencia de la economía frente a posibles perturbaciones globales. A medida que el BCE continúa monitoreando la situación económica, su enfoque proactivo y flexible será crucial para navegar en un entorno económico incierto.