El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido un llamado urgente a los países para que redoblen sus esfuerzos en la búsqueda de un crecimiento económico más robusto, especialmente en un contexto de creciente incertidumbre global. En su Informe Anual 2025, el FMI subraya que el trabajo para lograr este objetivo debe comenzar en el interior de cada nación, enfatizando la importancia de las políticas internas en la estabilidad económica y financiera.
### Contexto Global y Desafíos para los Países de Bajos Ingresos
El informe destaca que los países de bajos ingresos son los más vulnerables ante el entorno externo actual, que se caracteriza por tensiones comerciales, mercados volátiles y conflictos geopolíticos. Estos factores han exacerbado las dificultades económicas que enfrentan estas naciones, que ya estaban lidiando con las secuelas de la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha señalado que, a pesar de los esfuerzos por implementar reformas necesarias para restaurar la estabilidad macroeconómica, estos países corren el riesgo de quedar rezagados en su camino hacia la convergencia de ingresos y la reducción de la pobreza.
El informe también menciona que el cambio tecnológico y climático presenta tanto desafíos como oportunidades. Las naciones deben adaptarse a estas transformaciones para no solo sobrevivir, sino prosperar en un mundo en constante cambio. La resiliencia demostrada por muchos países en tiempos de crisis es un testimonio de su capacidad para enfrentar adversidades, pero se requiere un compromiso continuo para asegurar un crecimiento sostenible.
### Estrategias para el Crecimiento Sostenible
El FMI ha delineado varias estrategias que los países pueden adoptar para fomentar un crecimiento más fuerte y sostenible. En primer lugar, es crucial que los gobiernos implementen políticas económicas que promuevan la inversión en infraestructura y en capital humano. La educación y la capacitación son fundamentales para preparar a la fuerza laboral para los desafíos del futuro, especialmente en un mundo donde la tecnología está avanzando a un ritmo acelerado.
Además, el FMI ha resaltado la importancia de la cooperación internacional. En un entorno global interconectado, los países no pueden permitirse trabajar de manera aislada. La colaboración en áreas como la regulación financiera, el comercio y la inversión puede ayudar a mitigar los riesgos y maximizar las oportunidades. El organismo ha continuado apoyando a sus miembros en tres áreas principales: vigilancia económica, préstamos y desarrollo de capacidades. Durante el año fiscal 2025, el FMI completó 133 controles de salud de países y proporcionó 63 mil millones de dólares en financiamiento a 20 naciones, de los cuales 9 mil millones fueron destinados a países de bajos ingresos.
El desarrollo de capacidades es otro aspecto esencial. El FMI ha invertido 382 millones de dólares en asesoramiento técnico, capacitación orientada a políticas y aprendizaje entre pares. Estas iniciativas son cruciales para ayudar a los países a fortalecer sus instituciones y mejorar su capacidad para gestionar crisis económicas.
En resumen, el FMI ha dejado claro que, aunque el contexto global presenta desafíos significativos, también hay oportunidades para aquellos países que estén dispuestos a adaptarse y trabajar en sus políticas internas. La clave para un crecimiento económico sostenible radica en la resiliencia, la cooperación y la inversión en el futuro.