El sector de la construcción en México ha enfrentado un retroceso significativo en su producción durante el mes de julio de 2025, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este descenso se ha visto reflejado en la caída de cuatro de los seis tipos de obra que componen este sector, lo que plantea interrogantes sobre la salud económica de la industria y su capacidad para recuperarse en el futuro.
**Desempeño General del Sector Constructor**
La producción de las empresas constructoras en México experimentó una disminución mensual del 1.3% en julio. Este dato es alarmante, ya que indica una tendencia negativa en un sector que es fundamental para el desarrollo económico del país. La caída en la producción no solo afecta a las empresas constructoras, sino que también tiene repercusiones en el empleo y en la inversión pública y privada.
Los segmentos que reportaron una disminución en su producción incluyen la Edificación, que sufrió una caída del 2.9%, y Electricidad y Telecomunicaciones, que vio un descenso del 1.6%. Además, el grupo de ‘Otras Construcciones’ y el sector de Agua, Riego y Saneamiento también mostraron caídas de 0.8% y 0.5%, respectivamente. Estos números reflejan un panorama complicado para las empresas que operan en estos ámbitos, ya que la disminución en la producción puede llevar a una reducción en la inversión y, por ende, a un estancamiento en el crecimiento del sector.
Por otro lado, no todos los segmentos del sector constructor han tenido un desempeño negativo. Los sectores de Transporte y Urbanización reportaron un leve aumento del 0.1%, mientras que el área de Petróleo y Petroquímica tuvo un notable repunte del 16.2%. Este contraste sugiere que, aunque hay áreas en crisis, también existen oportunidades de crecimiento que podrían ser aprovechadas por las empresas del sector.
**Impacto en el Empleo y la Contratación**
El retroceso en la producción también ha tenido un impacto directo en el empleo dentro de la industria de la construcción. Durante julio, el número de obreros en el sector disminuyó en un 0.4%. Esta reducción es preocupante, ya que el empleo en la construcción es un indicador clave de la salud económica general. La baja en el personal ocupado se ha visto acompañada por una caída del 0.7% en el personal dependiente de la empresa y un descenso del 1.6% en el personal no dependiente.
El sector gubernamental, que representa el 29.1% del valor de la producción de las empresas constructoras, también ha visto una caída significativa, con un descenso anual del 36.6%. En contraste, el sector privado ha mostrado una ligera mejora, con un aumento del 0.5% en su participación. Esta disparidad entre el sector público y privado puede ser un reflejo de las políticas de inversión y contratación que se están implementando en el país.
Además, el personal administrativo, contable y de dirección ha experimentado una baja del 0.6%, mientras que el grupo de ‘otros’, que incluye a propietarios y trabajadores sin remuneración, ha visto una caída alarmante del 7.1%. Esta tendencia sugiere que la crisis en la construcción no solo afecta a los obreros, sino que también impacta a otros niveles de la organización, lo que podría tener efectos a largo plazo en la estructura del mercado laboral en este sector.
**Perspectivas Futuras**
A medida que el sector de la construcción continúa enfrentando desafíos, es crucial que las empresas y los responsables de la formulación de políticas busquen soluciones efectivas para revertir esta tendencia. La inversión en infraestructura y la promoción de proyectos sostenibles podrían ser claves para revitalizar la industria. Además, es fundamental que se implementen políticas que fomenten la estabilidad laboral y la capacitación de los trabajadores, para asegurar que el sector pueda adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
La situación actual del sector constructor en México es un reflejo de las complejidades económicas que enfrenta el país. Con un enfoque adecuado y una colaboración entre el sector público y privado, es posible que se logre una recuperación que beneficie a todos los involucrados. La atención a las necesidades del sector y la implementación de estrategias efectivas serán determinantes para el futuro de la construcción en México.