La actividad industrial en México ha enfrentado un notable retroceso en septiembre de 2025, marcando el cuarto mes consecutivo de disminuciones. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador de la Actividad Industrial se redujo un 0.4% en comparación con el mes anterior. Este descenso ha generado preocupación entre analistas y economistas, quienes observan que la construcción ha sido el sector más afectado, contribuyendo significativamente a esta tendencia negativa.
### Impacto en el Sector de la Construcción
El sector de la construcción ha sido el principal responsable del retroceso en la actividad industrial, con una caída mensual del 2.5% en septiembre. Este descenso se debe principalmente a la disminución en la edificación, que se desplomó un 3.2%. Las obras de ingeniería también sufrieron un descenso del 3.0%, lo que refleja una desaceleración en la inversión en infraestructura y proyectos de construcción. Sin embargo, no todo son malas noticias; los trabajos especializados en la construcción lograron un crecimiento del 3.5%, lo que sugiere que algunos segmentos del sector están resistiendo mejor que otros.
La caída en la construcción puede atribuirse a varios factores, incluyendo la incertidumbre económica, la falta de financiamiento y la burocracia en la obtención de permisos. Además, la pandemia de COVID-19 ha dejado secuelas en la cadena de suministro, lo que ha dificultado la adquisición de materiales y ha aumentado los costos de construcción. Esta situación ha llevado a muchas empresas a posponer o cancelar proyectos, lo que a su vez afecta el empleo y la inversión en el sector.
### Desempeño de la Industria Manufacturera
A pesar del retroceso general en la actividad industrial, la industria manufacturera mostró un ligero aumento del 0.2% en septiembre. Este crecimiento se vio impulsado por el desempeño positivo de 9 de las 21 actividades que componen este sector. Entre las áreas que destacaron se encuentran las ‘Otras industrias manufactureras’, que experimentaron un alza mensual del 4.4%, así como la fabricación de equipo de computación y comunicación, que creció un 2.3%. La industria del plástico y del hule también mostró un crecimiento del 1.3%.
Sin embargo, no todas las actividades manufactureras tuvieron un desempeño positivo. La fabricación de muebles, colchones y persianas sufrió una caída del 1.9%, mientras que la industria del papel y el curtido de cuero también reportaron descensos significativos. Estos retrocesos indican que, aunque algunas áreas de la manufactura están prosperando, otras enfrentan desafíos considerables que podrían limitar su crecimiento en el futuro.
### Producción Minera y Energética
En el ámbito de la producción minera, se observó un incremento del 0.7% en septiembre, lo que sugiere que este sector está manteniendo cierta estabilidad en medio de la caída general de la actividad industrial. La extracción de petróleo y gas creció un 0.5%, mientras que la producción de minerales metálicos y no metálicos aumentó un 1.4%. Sin embargo, los servicios relacionados con el sector minero se estancaron, lo que podría indicar que la recuperación no es uniforme en todas las áreas.
Por otro lado, la división industrial que abarca la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, así como el suministro de agua y gas natural, reportó un crecimiento del 0.4%, marcando dos meses consecutivos de alza. Este desempeño positivo en el sector energético es crucial, ya que proporciona la base para el funcionamiento de otras industrias y puede ser un indicador de una recuperación más amplia en la economía.
### Perspectivas Futuras
La caída en la actividad industrial de México plantea interrogantes sobre el futuro económico del país. La combinación de factores como la incertidumbre política, la inflación y la falta de inversión en infraestructura podría continuar afectando la actividad industrial en los próximos meses. Los analistas sugieren que es fundamental que el gobierno implemente políticas que fomenten la inversión y la confianza empresarial para revertir esta tendencia negativa.
Además, es esencial que se aborden los problemas estructurales que afectan a la construcción y la manufactura, como la burocracia y la falta de financiamiento. La implementación de reformas que faciliten la obtención de permisos y la inversión en infraestructura podría ser clave para revitalizar estos sectores y, por ende, la economía en su conjunto.
En resumen, aunque la actividad industrial en México ha enfrentado desafíos significativos en septiembre de 2025, hay segmentos que muestran resiliencia y potencial de crecimiento. La clave estará en cómo se gestionen estos desafíos y se aprovechen las oportunidades para impulsar una recuperación sostenida en el futuro.
