La situación de los perros callejeros en India ha alcanzado niveles alarmantes, con aproximadamente 62 millones de canes vagando por las calles. Este fenómeno no solo plantea un dilema ético y social, sino que también se ha convertido en una crisis de salud pública, ya que el país concentra más de un tercio de las muertes por rabia a nivel mundial. La reciente tragedia en Noida, donde un bebé fue atacado y falleció a causa de un ataque de un perro callejero, ha reavivado el debate sobre cómo manejar esta problemática.
La complejidad de la relación entre los humanos y los perros callejeros en India es palpable. Por un lado, existe un cariño profundo hacia estos animales, que han sido parte de la cultura y la vida cotidiana durante generaciones. Por otro lado, el miedo a los ataques y a la propagación de enfermedades como la rabia ha llevado a un llamado urgente a la acción por parte de las autoridades. Este dilema se ha intensificado con la reciente orden del Tribunal Supremo de India, que instó a retirar de inmediato a todos los perros de las calles de Nueva Delhi, una medida que ha generado una fuerte oposición de grupos animalistas y defensores de los derechos de los animales.
### La Respuesta Judicial y la Reacción Social
La decisión del Tribunal Supremo ha desatado una ola de críticas. Activistas y organizaciones como PETA India han calificado la medida de «sentencia de muerte» para los perros, argumentando que es ilegal y anticientífica. La directora de proyectos de PETA India, Khushboo Gupta, ha señalado que el programa de control de natalidad animal, que existe desde hace 25 años, es el único método efectivo y compasivo para reducir la población de perros. Sin embargo, su implementación ha sido deficiente, lo que ha llevado a un aumento en la población canina y a la consiguiente crisis de salud pública.
Gupta advierte que la retirada de los perros de su territorio podría provocar un «efecto vacío», donde otros animales no vacunados y no esterilizados ocuparían el espacio, aumentando así el riesgo de ataques y la propagación de la rabia. Este ciclo vicioso pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más humano y sostenible para abordar el problema de los perros callejeros en India.
### La Crisis de Salud Pública y sus Implicaciones
La situación de la rabia en India es crítica. Con solo un 15% de los perros vacunados, el país enfrenta un grave riesgo de brotes de esta enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 20,000 personas mueren anualmente en India debido a la rabia, y solo en Nueva Delhi se reportan más de 100,000 mordeduras al año. En el primer semestre de 2023, los ataques de perros superaron el millón en todo el país, lo que refleja la magnitud del problema.
Los datos oficiales indican que las muertes humanas sospechosas por rabia han aumentado en los últimos años, con 21 casos en 2022, 50 en 2023 y 54 en 2024, según el Centro Nacional para el Control de Enfermedades (NCDC). Sin embargo, Gupta destaca que en muchos casos, las mordeduras graves provienen de perros de compañía, no de perros callejeros esterilizados. Esto sugiere que el problema no radica únicamente en los perros sin dueño, sino también en la falta de responsabilidad de los dueños de mascotas.
La creciente intolerancia hacia los perros callejeros ha llevado a que muchos residentes de nuevos desarrollos urbanos busquen un entorno libre de estos animales, a menudo sin considerar que los perros comunitarios han estado en esas áreas mucho antes de la construcción de sus hogares. Este conflicto entre humanos y animales resalta la necesidad de una convivencia más armoniosa y compasiva, que respete tanto la vida animal como la seguridad de las personas.
La batalla legal y social en torno a la gestión de los perros callejeros en India es un reflejo de un dilema más amplio sobre la responsabilidad del Estado y la convivencia en las megaciudades. La búsqueda de un equilibrio entre el bienestar animal y la seguridad pública es un desafío que requiere un enfoque integral, que incluya educación, vacunación y programas de esterilización, así como un cambio en la percepción social hacia estos animales. La compasión y la amabilidad, como se indica en la Constitución y las leyes de India, deben guiar la respuesta a esta crisis, en lugar de recurrir a medidas drásticas que podrían tener consecuencias aún más graves.
