La situación de la financiera CAME ha generado una gran preocupación entre sus ahorradores, quienes se encuentran en un estado de incertidumbre tras la intervención de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Esta intervención se produjo debido a la detección de irregularidades en las operaciones de la empresa, lo que ha llevado a la firma a estar al borde de la quiebra. La falta de información y la opacidad en la comunicación han dejado a muchos clientes sin saber qué pasará con su dinero.
**Intervención de la CNBV y sus Consecuencias**
La CNBV anunció la suspensión de actividades de CAME, lo que ha dejado a la firma en una situación crítica. Según expertos, la declaración de quiebra es inminente, lo que significa que los ahorradores podrían perder gran parte de sus inversiones. Mario di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), explicó que, en caso de quiebra, los ahorradores solo recibirían un seguro de depósito de 250 mil UDIS, equivalente a aproximadamente 211 mil pesos. Esto significa que aquellos que hayan depositado más de esa cantidad verán esfumarse sus posibilidades de recuperar su dinero.
La situación se ha vuelto aún más alarmante debido a que CAME ha cerrado sus sucursales y su aplicación móvil, dificultando la comunicación con sus clientes. Di Costanzo también mencionó que la empresa no dejó ni los escritorios en sus oficinas, lo que complica aún más la posibilidad de recuperar fondos. Los ahorradores deben estar preparados y tener toda la documentación necesaria que acredite su relación con la financiera, como contratos y estados de cuenta, mientras esperan el avance del proceso de quiebra, que podría tardar entre uno y tres meses.
**La Respuesta de los Ahoradores y la CNBV**
Desde que comenzaron a surgir las irregularidades en CAME, los ahorradores han expresado su descontento y preocupación. En enero de 2025, la empresa dejó de enviar información financiera a la CNBV, lo que encendió las alarmas sobre su situación. En marzo, CAME cerró varias de sus sucursales y bloqueó la comunicación con sus clientes, lo que llevó a muchos a preguntarse si recuperarían sus ahorros.
El 13 de mayo, CAME admitió a través de su sitio web que los clientes podrían recuperar parte o la totalidad de sus recursos mediante un seguro de depósito. Sin embargo, la empresa no proporcionó un calendario ni una estrategia clara para la devolución del dinero, lo que ha dejado a los ahorradores en un estado de confusión y ansiedad. Hasta diciembre de 2023, CAME tenía más de un millón de clientes y había captado alrededor de mil 600 millones de pesos, lo que hace que la situación sea aún más crítica.
A pesar de que más del 90% de los ahorradores están cubiertos por el seguro de depósito, la falta de acción preventiva por parte de la CNBV ha sido criticada. Di Costanzo señaló que la CNBV debería haber intervenido antes para proteger los intereses de los ahorradores. La falta de supervisión adecuada ha llevado a muchos a perder la confianza en el sistema financiero, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la estabilidad del sector.
Los ahorradores han comenzado a organizarse y han realizado protestas en las instalaciones de la CNBV y en Palacio Nacional, exigiendo respuestas y acciones concretas. La frustración es palpable, y muchos sienten que han sido despojados de su dinero sin que las autoridades hayan tomado medidas efectivas para proteger sus intereses. Una ahorradora expresó su indignación, afirmando que desde noviembre de 2024, CAME había informado sobre un desfalco millonario, pero la CNBV no actuó hasta ahora.
La situación de CAME es un recordatorio de la importancia de la regulación y supervisión en el sector financiero. La confianza de los ahorradores es fundamental para el funcionamiento del sistema, y la falta de transparencia y acción puede llevar a crisis que afecten a miles de personas. La intervención de la CNBV es un paso necesario, pero muchos se preguntan si será suficiente para mitigar el daño ya causado a los ahorradores.
La incertidumbre persiste mientras los ahorradores esperan respuestas claras sobre cómo y cuándo podrán recuperar su dinero. La situación de CAME es un caso que pone de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia en el sector financiero y la importancia de proteger los derechos de los consumidores.