El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP) se encuentra en una situación crítica que pone en riesgo su operatividad y la atención a sus derechohabientes. Luis Antonio Godina Herrera, director general del ISSSTEP, ha calificado la situación del instituto como «estable, pero en terapia intensiva», lo que refleja la gravedad de los problemas financieros y estructurales que enfrenta. Con más del 80% de su presupuesto anual destinado al pago de pensiones, el ISSSTEP se encuentra en una encrucijada que requiere atención inmediata y soluciones efectivas.
La crisis del ISSSTEP se manifiesta en varios frentes. De los 4,600 millones de pesos asignados al instituto para este año, aproximadamente 3,700 millones se destinan exclusivamente al pago de pensiones de más de 12,500 jubilados. Esta carga financiera se ve agravada por el creciente número de trabajadores en lista de espera para su retiro, que actualmente asciende a 2,000. Godina ha advertido que el sistema es inviable a menos que se realicen ajustes profundos en su estructura operativa y financiera. La combinación de un envejecimiento de la planta laboral, con una edad promedio de 46 años, y un modelo de prestaciones desactualizado ha llevado a un aumento en la demanda de pensiones y en los gastos de salud, lo que el ISSSTEP ya no puede cubrir adecuadamente.
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, ha tomado medidas al ordenar una auditoría para investigar las causas de esta crisis. Las autoridades han señalado que el colapso del ISSSTEP no solo se debe a un modelo obsoleto, sino también a posibles irregularidades administrativas y decisiones fallidas de administraciones anteriores. Esta auditoría es crucial para identificar las raíces del problema y establecer un plan de acción que permita al instituto recuperar su estabilidad financiera y operativa.
### Desabasto de Medicamentos y Medidas de Contención
Además de los problemas financieros, el ISSSTEP ha enfrentado recientemente una crisis de desabasto de medicamentos, lo que ha generado preocupación entre los derechohabientes. La transición de proveedores se realizó de manera deficiente, lo que resultó en la falta de insumos básicos durante varias semanas. Sin embargo, Godina ha informado que el abasto se ha restablecido en más del 80%, aunque la cadena de suministro sigue siendo vulnerable a fluctuaciones en el mercado farmacéutico.
Para abordar la crisis, el ISSSTEP ha comenzado a implementar medidas de contención. Una de las prioridades ha sido la entrega de pensiones por viudez, que anteriormente estaban rezagadas hasta por siete años. Ahora, se revisa caso por caso la situación de los solicitantes para garantizar que aquellos que más lo necesitan reciban su apoyo a tiempo. Además, se están realizando ajustes operativos, como la simplificación de procesos en farmacias y una supervisión más rigurosa de los contratos de licitación, con el objetivo de optimizar recursos y mejorar la eficiencia del servicio.
A pesar de las adversidades, Godina ha elogiado el compromiso y profesionalismo del personal médico y de enfermería, quienes trabajan en condiciones muchas veces precarias pero con una dedicación admirable. Sin embargo, el futuro del ISSSTEP sigue siendo incierto. La combinación de una estructura demográfica envejecida, una ley obsoleta en materia de pensiones y problemas logísticos en el sistema de salud mantiene al instituto en una carrera contrarreloj.
La situación del ISSSTEP es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas instituciones de salud en el país. La necesidad de reformas profundas es evidente, y la presión sobre el sistema solo aumentará si no se toman medidas efectivas. Para muchos trabajadores estatales y sus familias, el desenlace de esta crisis no solo afectará su acceso a servicios médicos, sino que también determinará la garantía de una vejez digna y segura.
Mientras tanto, los derechohabientes en Puebla observan con ansiedad cómo se desarrolla esta batalla por salvar a una institución que, aunque aún respira, lo hace con dificultad. La atención a esta crisis es fundamental no solo para el bienestar de los beneficiarios del ISSSTEP, sino también para la estabilidad del sistema de salud pública en la región. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para definir el rumbo del instituto y su capacidad para cumplir con su misión de brindar seguridad y servicios sociales a los trabajadores al servicio del estado.