La situación de la salud pública en Michoacán ha alcanzado niveles alarmantes, con un 46.1% de la población excluida de la atención médica, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este porcentaje representa un aumento significativo en comparación con el 21.2% registrado en 2018, lo que convierte a Michoacán en el tercer estado con mayor carencia de servicios de salud en México, superado solo por Chiapas y Puebla. La crisis de salud en esta región no solo es un problema de acceso, sino que también está profundamente entrelazada con la economía y la informalidad laboral que afecta a la población.
La transición del Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha dejado a muchos sin claridad sobre a qué institución acudir para recibir atención médica. Axel González, coordinador de datos en la organización México, ¿cómo vamos?, explica que esta falta de una transición adecuada ha contribuido a que el Insabi no lograra su objetivo de proporcionar atención universal. La situación se ha agravado con la reciente implementación del IMSS-Bienestar, que aún está en proceso de consolidación y no ha logrado cubrir las necesidades de la población.
### La Informalidad Laboral y su Impacto en la Salud
La informalidad laboral en Michoacán es otro factor que complica el acceso a servicios de salud. Se estima que el 69% de la población ocupada trabaja en la informalidad, lo que limita su acceso a servicios médicos y prestaciones sociales. Esta situación es crítica, ya que la falta de empleo formal no solo afecta la salud de los trabajadores, sino también la de sus familias. La informalidad laboral se traduce en una mayor vulnerabilidad ante problemas de salud, ya que muchas personas no cuentan con un seguro médico que les permita acceder a atención o tratamientos adecuados.
La inflación también ha tenido un impacto significativo en la salud pública. En octubre, la inflación en Michoacán fue del 3.8%, superando la media nacional del 3.6%. Este aumento en los precios ha afectado especialmente a los 1.7 millones de michoacanos que viven en pobreza laboral, quienes no pueden cubrir el costo de la canasta alimentaria. La inflación médica ha sido aún más alarmante, alcanzando casi el 6%, con incrementos en los precios de medicamentos esenciales como los cardiovasculares, que se encarecieron un 12.1%. Las consultas médicas también han visto un aumento del 8.6% en comparación con el año anterior.
La combinación de la inflación y la falta de acceso a servicios de salud pública ha llevado a un aumento en la utilización de servicios privados. Se estima que entre el 40% y el 50% de la población recurre a clínicas y hospitales privados, incluso aquellos que tienen acceso a servicios de salud pública. Las razones son variadas, incluyendo tiempos de espera más cortos, cercanía y una percepción de mayor calidad en la atención. Sin embargo, este cambio hacia el sector privado no es sostenible para muchas familias, que deben destinar una parte significativa de sus ingresos a cubrir estos gastos.
### Propuestas para Mejorar el Acceso a la Salud
Para abordar la crisis de salud en Michoacán, es fundamental implementar políticas públicas que fortalezcan el empleo formal y mejoren el acceso a servicios de salud. Axel González sugiere que es necesario regularizar el empleo informal y aumentar la productividad en el sector formal. Esto no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también permitiría un mayor acceso a servicios de salud y prestaciones sociales.
Además, es crucial aumentar el presupuesto destinado a las instituciones de salud universales, como el IMSS-Bienestar, para garantizar que puedan atender a toda la población, especialmente en regiones con mayores carencias como Michoacán. La falta de recursos ha limitado la capacidad de estas instituciones para ofrecer servicios de calidad y accesibles a todos los ciudadanos.
La implementación de programas de telemedicina también podría ser una solución viable para mejorar el acceso a la atención médica, especialmente en áreas rurales donde la infraestructura de salud es limitada. La telemedicina puede facilitar consultas médicas y seguimiento de tratamientos sin que los pacientes tengan que desplazarse largas distancias.
La crisis de salud en Michoacán es un problema complejo que requiere un enfoque integral. La combinación de la falta de acceso a servicios de salud pública, la informalidad laboral y la inflación ha creado un escenario difícil para la población. Sin embargo, con políticas adecuadas y un compromiso real por parte de las autoridades, es posible mejorar la situación y garantizar que todos los michoacanos tengan acceso a la atención médica que necesitan.
