La crianza respetuosa ha ganado popularidad en los últimos años, pero a menudo se confunde con la permisividad. Este enfoque busca educar a los niños en un ambiente de respeto y comprensión, en lugar de recurrir a métodos tradicionales de disciplina que pueden ser dañinos. Alejandra Zertuche, psicóloga infantil, explica que la crianza respetuosa no es sinónimo de dejar que los niños hagan lo que quieran, sino de guiarlos a entender sus emociones y las consecuencias de sus acciones.
### La Confusión entre Crianza Respetuosa y Permisividad
En redes sociales, es común ver debates sobre la crianza respetuosa, especialmente cuando se presentan videos de niños en crisis emocionales. Algunos usuarios critican a los padres que intentan calmar a sus hijos con diálogo, sugiriendo que un castigo físico sería más efectivo. Sin embargo, Zertuche aclara que la crianza respetuosa implica tratar a los niños como individuos, validando sus emociones y enseñándoles a manejarlas. «La gente confunde la crianza respetuosa con la permisividad. No se trata de dejar que los niños hagan lo que quieran, sino de guiarlos en su desarrollo emocional», afirma.
La crianza tradicional, que a menudo incluye castigos físicos y disciplina rígida, puede generar miedo en lugar de respeto. «Si un niño respeta a la chancla o al cinto, no respeta a la figura parental», explica Zertuche. La crianza respetuosa busca establecer una relación basada en el respeto mutuo, donde los padres son vistos como figuras de autoridad, pero que guían a sus hijos a través de la comprensión y la empatía.
### Estrategias para Implementar la Crianza Respetuosa
Implementar la crianza respetuosa requiere tiempo, paciencia y un enfoque consciente. Zertuche sugiere que los padres deben adaptar su lenguaje y comportamiento a la edad de sus hijos. Por ejemplo, cuando un niño pequeño derrama algo, en lugar de gritar o castigar, se puede utilizar un enfoque de preguntas para ayudar al niño a reflexionar sobre lo sucedido. «Es importante agacharse a su nivel y mantener contacto visual. Preguntarles: ‘¿A quién se le cayó?’ y guiarlos a entender la situación», recomienda.
Durante los berrinches, es crucial no intentar razonar con un niño que está en crisis. En su lugar, Zertuche aconseja distraer al niño con algo que capte su atención, como un objeto interesante en la habitación. «Una vez que el niño se haya calmado, se puede retomar la conversación y explicar las consecuencias de sus acciones», dice. Este enfoque no solo ayuda a calmar la situación, sino que también enseña al niño a manejar sus emociones de manera más efectiva.
La psicóloga también enfatiza que la crianza respetuosa no se basa en un sistema de recompensas, sino en la comprensión de que cada acción tiene una consecuencia. «No se trata de premiar cada buen comportamiento, sino de establecer límites claros y consistentes», explica. Una técnica que sugiere es el uso del semáforo: cuando un niño no sigue una instrucción, se le recuerda la consecuencia de manera calmada y firme. Por ejemplo, si un niño no recoge su cuarto, se le puede decir: «Si no lo haces, apagaré la televisión». Esto establece un límite claro sin recurrir a gritos o castigos físicos.
### La Importancia de la Paciencia y la Empatía
La crianza respetuosa no es un proceso instantáneo; requiere tiempo y esfuerzo. Los padres deben estar preparados para enfrentar críticas y dudas de quienes no comprenden este enfoque. Sin embargo, Zertuche enfatiza que el éxito en la crianza respetuosa se construye a lo largo del tiempo, a través de la paciencia y la empatía. «No se puede esperar que un niño entienda todo de inmediato. Es un proceso continuo de aprendizaje y adaptación», dice.
Además, es fundamental que los padres se cuiden a sí mismos y busquen apoyo cuando lo necesiten. La crianza puede ser agotadora, y es importante que los padres se sientan respaldados en su camino. La crianza respetuosa no solo beneficia a los niños, sino que también promueve un ambiente familiar más saludable y armonioso.
En resumen, la crianza respetuosa es un enfoque que busca educar a los niños en un entorno de respeto y comprensión, alejándose de métodos tradicionales que pueden ser dañinos. A través de la paciencia, la empatía y la comunicación efectiva, los padres pueden guiar a sus hijos hacia un desarrollo emocional saludable, fomentando así una relación basada en el respeto mutuo.