Los recientes ajustes fiscales propuestos por el gobierno mexicano han desatado un intenso debate entre expertos y analistas económicos. A pesar de que las autoridades aseguran que estas medidas son necesarias para mejorar la recaudación y el manejo de los recursos públicos, muchos consideran que se asemejan más a una reforma fiscal que a simples ajustes. En este contexto, es fundamental analizar las implicaciones de estas propuestas y su impacto en la economía del país.
### Análisis de los ajustes fiscales propuestos
El paquete de medidas fiscales presentado por el Ejecutivo incluye una serie de cambios significativos que afectan a diversos sectores. Entre las propuestas se encuentran la actualización de impuestos sobre bienes y servicios, el aumento de cuotas y multas, la introducción de nuevos gravámenes y un mayor control en los procesos aduanales. Estas acciones, aunque se presentan como ajustes parciales, han sido calificadas por algunos analistas como una reforma fiscal encubierta.
Luis Foncerrada Pascal, un reconocido analista económico, ha señalado que «realmente se trata de una reforma fiscal que no toca las principales fuentes de ingreso que podrían tener». Uno de los puntos más críticos es la falta de atención al Impuesto al Valor Agregado (IVA), que muchos consideran podría ser ampliado a otros productos. Foncerrada argumenta que, si se gestionara adecuadamente, parte de los recursos generados podrían utilizarse para compensar a los grupos de menores ingresos, quienes se verían beneficiados al no tener que pagar este impuesto.
Sin embargo, la decisión de no tocar el IVA parece estar motivada por consideraciones políticas, ya que se teme que cualquier cambio en este impuesto podría tener repercusiones negativas en la opinión pública. Esta situación ha llevado a que muchos expertos cuestionen la efectividad de los ajustes propuestos, argumentando que sin una reforma estructural real, el país seguirá enfrentando problemas de recaudación y distribución de recursos.
### La informalidad y su impacto en la economía
Uno de los temas más preocupantes en el debate sobre los ajustes fiscales es la informalidad en la economía mexicana. Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, ha destacado que, a pesar de la implementación de nuevos impuestos y el aumento de los existentes, no se ha abordado el problema de la informalidad. Según Rivera, «la parte sustantiva de una reforma bien hecha es ampliar la base de los contribuyentes, y en la medida que esto no ocurra, estamos ante un asunto fallido».
La informalidad en México es un fenómeno complejo que afecta a millones de trabajadores y empresas. Se estima que una gran parte de la economía opera fuera del marco legal, lo que dificulta la recaudación de impuestos y limita el acceso a servicios básicos y protección social para los trabajadores informales. La falta de regulación y supervisión en este sector ha llevado a que muchos empresarios opten por operar en la informalidad, lo que a su vez perpetúa un ciclo de evasión fiscal y desigualdad.
Los expertos coinciden en que, mientras no se reduzca la informalidad, cualquier intento de aumentar la recaudación fiscal será insuficiente. A pesar de que el gobierno ha ampliado la base de recaudación y ha establecido nuevos derechos y cuotas, la falta de transparencia en el manejo de los recursos y la opacidad en el ejercicio del gasto público siguen siendo problemas críticos que deben abordarse. La percepción de corrupción y mala gestión de los recursos públicos ha generado desconfianza entre los ciudadanos, lo que dificulta aún más la formalización de la economía.
### Implicaciones para el futuro económico del país
Las medidas fiscales propuestas para 2026 tienen el potencial de generar un impacto significativo en la economía mexicana, pero su efectividad dependerá de la implementación y la capacidad del gobierno para abordar los problemas estructurales que enfrenta el país. La falta de una reforma fiscal integral y la persistente informalidad son obstáculos que deben superarse para lograr un sistema fiscal más justo y equitativo.
Además, es crucial que el gobierno considere la inclusión de medidas específicas para atender desigualdades sociales y de género, así como para fortalecer los ingresos de los gobiernos subnacionales. La dependencia de transferencias federales ha limitado la capacidad de los estados y municipios para financiar sus propios proyectos y programas, lo que a su vez afecta el desarrollo local y la calidad de vida de sus habitantes.
La inversión pública también es un aspecto clave que debe ser considerado en el contexto de los ajustes fiscales. La disminución de la inversión pública en áreas críticas como salud y educación ha generado preocupación entre los expertos, quienes advierten que esta tendencia podría tener consecuencias negativas a largo plazo. La falta de recursos para financiar programas sociales y de infraestructura puede limitar el crecimiento económico y exacerbar las desigualdades existentes.
En resumen, los ajustes fiscales propuestos por el gobierno mexicano han generado un amplio debate sobre su naturaleza y efectividad. Si bien es necesario mejorar la recaudación y el manejo de los recursos públicos, es fundamental que estas medidas vayan acompañadas de una reforma fiscal estructural que aborde los problemas de informalidad, desigualdad y falta de transparencia. Solo así se podrá construir un sistema fiscal más justo y sostenible que beneficie a todos los ciudadanos.
