En un acto de protesta que ha captado la atención de la opinión pública, un grupo de aproximadamente 15 comerciantes bloqueó los accesos de Palacio Nacional en la Ciudad de México. La manifestación, que tuvo lugar el 3 de junio de 2025, se centró en la demanda de apertura de la calle de Moneda, una vía que ha sido cerrada al tráfico vehicular y peatonal. Los comerciantes, que se identifican como afectados por esta situación, han expresado su frustración a través de carteles que claman por la «apertura total a Moneda».
La situación se tornó tensa cuando tres de los manifestantes utilizaron una manta para bloquear la puerta de estacionamiento de Palacio Nacional, lo que llevó a las autoridades a cerrar dicha entrada. Los comerciantes se posicionaron en diferentes puntos estratégicos, incluyendo las intersecciones de Moneda y Correo Mayor, así como en Corregidora y Erasmo Castellanos. Hugo Luna, uno de los voceros de los manifestantes, afirmó que alrededor de cien comerciantes establecidos se ven perjudicados por esta restricción, que limita su acceso a clientes y proveedores.
La protesta se enmarca en un contexto más amplio de tensiones entre comerciantes y autoridades locales, quienes han implementado medidas de seguridad y control en el área. A pesar de la presencia de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército, los manifestantes han logrado mantener su posición, exigiendo una solución que les permita operar con normalidad.
### Contexto de la Protesta
La calle de Moneda ha sido un punto neurálgico para el comercio en el centro histórico de la Ciudad de México. Su cierre ha generado un impacto significativo en la actividad económica de los comerciantes que dependen del flujo constante de clientes. La protesta no solo refleja la lucha por la apertura de una calle, sino también la necesidad de los comerciantes de ser escuchados en un entorno donde sus voces a menudo son ignoradas.
Los comerciantes argumentan que la restricción de acceso no solo afecta sus ventas, sino que también limita la posibilidad de atraer a turistas y visitantes que suelen recorrer esta zona emblemática de la capital. La situación ha llevado a un aumento en la frustración y el descontento, lo que ha motivado a los comerciantes a organizarse y alzar la voz en busca de soluciones.
Además, el bloqueo de accesos a Palacio Nacional, un símbolo del poder político en México, añade un nivel de complejidad a la situación. Los manifestantes buscan llamar la atención de las autoridades y del público en general sobre su difícil situación, esperando que su mensaje llegue a quienes tienen el poder de tomar decisiones que impacten su futuro.
### Reacciones y Consecuencias
La protesta ha generado diversas reacciones en la sociedad. Algunos ciudadanos apoyan la causa de los comerciantes, reconociendo la importancia de su actividad económica para la comunidad. Otros, sin embargo, critican el bloqueo de calles y accesos, argumentando que estas acciones pueden causar más problemas a los transeúntes y a la movilidad en la ciudad.
Las autoridades locales han manifestado su intención de dialogar con los comerciantes para encontrar una solución que satisfaga a ambas partes. Sin embargo, hasta el momento, no se ha concretado ninguna reunión formal que permita abordar las demandas de los manifestantes. La falta de comunicación efectiva entre las partes podría agravar la situación y llevar a nuevas protestas en el futuro.
La situación en Palacio Nacional es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta la economía local. La pandemia de COVID-19 y las restricciones posteriores han dejado a muchos comerciantes en una situación precaria, luchando por sobrevivir en un entorno que cambia rápidamente. La protesta en la calle de Moneda es solo una de las muchas manifestaciones que han surgido en respuesta a las dificultades económicas que enfrentan los pequeños negocios en la capital.
En este contexto, es crucial que las autoridades escuchen las demandas de los comerciantes y busquen soluciones que no solo permitan la apertura de la calle de Moneda, sino que también promuevan un entorno más favorable para el comercio local. La colaboración entre comerciantes y autoridades podría ser la clave para revitalizar el centro histórico de la Ciudad de México y asegurar un futuro próspero para todos los involucrados.