La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado que la reforma electoral en el país se llevará a cabo con un enfoque inclusivo, donde se priorizará la voz del pueblo. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el 5 de agosto de 2025, Sheinbaum destacó la importancia de escuchar a todos los actores involucrados, incluidos expertos, opositores y ex consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). Sin embargo, enfatizó que el pueblo será el principal protagonista en este proceso.
La mandataria se mostró reticente a entrar en detalles sobre la reforma electoral, ya que la conferencia se centró en la estrategia integral de Petróleos Mexicanos (Pemex). No obstante, sus comentarios sobre la reforma han generado un amplio debate en la esfera política. Sheinbaum cuestionó la credibilidad de aquellos que, en su opinión, han sido responsables de fraudes electorales en el pasado, refiriéndose específicamente a figuras como Luis Carlos Ugalde, ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE).
### La Inclusión del Pueblo en el Proceso Electoral
La propuesta de Sheinbaum de escuchar al pueblo en la reforma electoral es un cambio significativo en la forma en que se han manejado históricamente estos procesos en México. Tradicionalmente, las reformas electorales han sido impulsadas por grupos de expertos y políticos, dejando a la ciudadanía en un segundo plano. Sin embargo, la presidenta ha manifestado su intención de cambiar este paradigma, asegurando que la voz del pueblo será fundamental en la discusión y diseño de las nuevas reglas electorales.
Este enfoque inclusivo podría ser visto como una respuesta a las crecientes demandas de la ciudadanía por una mayor transparencia y participación en los procesos democráticos. La idea de que el pueblo tenga un papel activo en la reforma electoral podría ayudar a restaurar la confianza en las instituciones democráticas, que ha sido erosionada por escándalos y acusaciones de fraude en elecciones pasadas.
Sheinbaum también ha mencionado que la comisión especial encargada de la reforma estará compuesta por funcionarios de su gobierno, lo que ha generado críticas sobre la posible falta de imparcialidad en el proceso. Sin embargo, la presidenta ha asegurado que se escuchará a todos los sectores, lo que podría incluir foros abiertos y consultas ciudadanas para recoger opiniones y propuestas de la población.
### Críticas a los Protagonistas del Pasado
Uno de los puntos más controvertidos de la conferencia de Sheinbaum fue su crítica a aquellos que, según ella, han sido los «paladines de la democracia» pero que, en su opinión, han estado involucrados en fraudes electorales. Al mencionar a Luis Carlos Ugalde y otros ex presidentes del INE, la presidenta busca deslegitimar a quienes han cuestionado su administración y sus propuestas de reforma.
La referencia a Ugalde y su papel en las elecciones de 2006, donde se alegó un fraude electoral, es un intento de reescribir la narrativa sobre la legitimidad de las instituciones electorales en México. Sheinbaum argumenta que aquellos que se niegan a abrir las urnas y a contar los votos de manera transparente no pueden considerarse defensores de la democracia. Este tipo de retórica puede ser vista como una estrategia para consolidar su base de apoyo al posicionarse como una defensora del pueblo frente a lo que considera una élite política corrupta.
Sin embargo, esta postura también puede generar divisiones en el ámbito político, ya que muchos de los críticos de su gobierno provienen de los mismos círculos que ella está atacando. La polarización en la política mexicana es un fenómeno que ha crecido en los últimos años, y la estrategia de Sheinbaum podría intensificar aún más estas divisiones.
La presidenta ha dejado claro que su administración está comprometida con la reforma electoral, pero el camino hacia una democracia más participativa y transparente no será fácil. La resistencia de los actores políticos tradicionales y la desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones son obstáculos que deberán ser superados para lograr un cambio significativo.
En resumen, la propuesta de Claudia Sheinbaum de escuchar al pueblo en la reforma electoral representa un cambio en la narrativa política de México. Sin embargo, la implementación de esta idea requerirá un compromiso genuino por parte de su administración para garantizar que todas las voces sean escuchadas y consideradas en el proceso. La crítica a los protagonistas del pasado también plantea interrogantes sobre la viabilidad de construir un consenso en un entorno político tan polarizado. La reforma electoral podría ser una oportunidad para fortalecer la democracia en México, pero su éxito dependerá de la capacidad de la presidenta y su equipo para navegar por las complejidades del panorama político actual.