La ciudad de Birmingham, Inglaterra, se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje a Ozzy Osbourne, el icónico líder de Black Sabbath, quien falleció el 22 de julio de 2025. Este miércoles, miles de fanáticos se congregaron para despedir a su «príncipe de las tinieblas» en un cortejo fúnebre que recorrió los lugares más emblemáticos de la ciudad, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de sus seguidores.
Desde las primeras horas de la mañana, el ambiente en las inmediaciones del puente de Black Sabbath, donde se erige un banco en honor a la banda, se llenó de fervor y nostalgia. Los fanáticos, ataviados con camisetas y chaquetas de cuero, portaban carteles con mensajes de despedida y amor hacia el rockero. La atmósfera era de celebración y recuerdo, un tributo a la vida y legado de un artista que marcó la historia del rock.
La procesión comenzó alrededor de la 1:00 PM, hora local, con un coche fúnebre que transportaba el ataúd de Osbourne, escoltado por la policía y seguido por familiares y amigos. Entre los asistentes se encontraban sus hijos, Jack, Kelly y Aimee, así como su esposa, Sharon Osbourne, quien recibió el apoyo de su familia en este difícil momento. El cortejo pasó por lugares significativos, como el Villa Park, el estadio del Aston Villa, donde tuvo lugar su último concierto, «Back to the Beginning», hace tres semanas, junto a artistas de renombre como Metallica y Aerosmith.
El momento culminante del homenaje se vivió en Broad Street, donde los seguidores de Osbourne se unieron en gritos y cánticos, creando un ambiente festivo que celebraba su vida. A medida que el coche fúnebre avanzaba, los aplausos y las flores llovieron sobre el ataúd, que fue precedido por el sexteto de músicos Bostin’ Brass, quienes interpretaron clásicos de Black Sabbath. Este acto no solo fue un adiós, sino también una celebración de la música que unió a generaciones.
El puente de Black Sabbath se ha convertido en un lugar de culto desde el fallecimiento de Osbourne, donde los fanáticos han dejado flores, imágenes y velas en su memoria. El alcalde de Birmingham, Zafar Iqbal, estuvo presente para recibir a la comitiva, reconociendo la importancia de Osbourne no solo para la ciudad, sino para el mundo de la música.
A su llegada al puente, el cortejo se detuvo y los familiares de Ozzy, visiblemente emocionados, depositaron flores en el banco, recibiendo una ovación de los presentes. Sharon Osbourne, con el corazón roto, levantó su mano en señal de paz, un gesto que resonó profundamente entre los seguidores que se habían reunido para rendir homenaje a su ídolo.
El evento fue organizado en coordinación con el Ayuntamiento de Birmingham, que se encargó de los detalles logísticos del funeral, mientras que la familia Osbourne financió el evento. Este gesto refleja el amor y respeto que la familia tiene por la ciudad que vio nacer a Ozzy y que lo acompañó a lo largo de su carrera.
Ozzy Osbourne, nacido en 1948, dejó un legado que trasciende generaciones. Su influencia en el rock es innegable, y su estilo único ha inspirado a innumerables artistas. A lo largo de su carrera, Osbourne no solo fue conocido por su música, sino también por su personalidad excéntrica y su capacidad para conectar con sus fans. Su vida estuvo marcada por altibajos, pero siempre se mantuvo fiel a su esencia artística.
La despedida de Ozzy Osbourne no solo fue un evento triste, sino también una celebración de su vida y su música. Los fanáticos que se reunieron en Birmingham demostraron que su legado perdurará en el tiempo, y que su música seguirá resonando en los corazones de aquellos que crecieron escuchándolo. La ciudad de Birmingham, al rendir homenaje a su hijo pródigo, reafirma su lugar en la historia del rock y en la memoria colectiva de sus seguidores. La música de Ozzy Osbourne seguirá viva, y su espíritu perdurará en cada acorde que se toque en su honor.