En julio de 2025, el costo de la canasta alimentaria ha experimentado un notable incremento tanto en áreas rurales como urbanas, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este aumento se ha registrado en un 2.9% en el ámbito rural y un 4.3% en el urbano, lo que refleja una tendencia preocupante para los hogares mexicanos que dependen de estos productos básicos para su sustento diario. Este artículo examina las causas de este aumento y su impacto en la población, así como la variación en la canasta no alimentaria.
El INEGI ha comenzado a publicar esta información tras asumir las funciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que fue disuelto recientemente. Este cambio en la recopilación de datos es significativo, ya que proporciona una nueva perspectiva sobre el costo de vida en México y cómo afecta a las diferentes clases sociales. En el ámbito rural, el aumento del costo de la canasta alimentaria se ha mantenido por debajo de la inflación general anual, que se sitúa en un 3.5%. Sin embargo, en las áreas urbanas, el incremento ha superado esta cifra, lo que plantea serias preocupaciones sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Los rubros que más han contribuido a este aumento son los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, así como el bistec de res. En el ámbito rural, la carne molida de res también ha tenido un impacto significativo en el costo total de la canasta alimentaria. En contraste, en el ámbito urbano, la leche pasteurizada de vaca ha sido el producto que más ha influido en el aumento de precios. Estos cambios reflejan no solo la inflación, sino también las dinámicas del mercado y la oferta y demanda de productos alimenticios en el país.
### Variaciones en la Canasta No Alimentaria
Además del aumento en la canasta alimentaria, el INEGI también ha reportado cambios en la canasta no alimentaria. En julio de 2025, los cambios porcentuales anuales de la Línea de Pobreza por Ingresos, que incluye tanto la canasta alimentaria como la no alimentaria, fueron del 3.1% en el ámbito rural y del 3.6% en el urbano. Este incremento en el ámbito rural fue inferior a la inflación general anual, mientras que en el urbano fue ligeramente superior.
La variación anual del costo de ambas canastas en comparación con el mismo mes del año anterior ha mostrado una disminución de 3.0 puntos porcentuales en el ámbito rural y 2.4 en el urbano. Esto indica que, aunque los precios están aumentando, la tasa de crecimiento se está desacelerando, lo que podría ofrecer un alivio temporal a los consumidores. Sin embargo, es importante señalar que los productos que conforman la canasta alimentaria han tenido un impacto mayor en el cambio anual, siendo más significativa en el ámbito urbano (61.0%) que en el rural (51.1%).
Los rubros de cuidados personales y educación, cultura y recreación han sido los que más han contribuido al aumento en la canasta no alimentaria, especialmente en el ámbito rural. En las áreas urbanas, los sectores de educación, cultura y recreación, así como vivienda y servicios de conservación, han mostrado un aumento notable. Esto sugiere que, a medida que los precios de los alimentos continúan aumentando, los hogares también están enfrentando mayores costos en otros aspectos de su vida diaria.
### Impacto en la Población
El aumento en el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. Las Líneas de Pobreza ofrecen un referente monetario que permite determinar si los ingresos de la población son suficientes para adquirir tanto la canasta alimentaria como la no alimentaria. Este indicador es crucial para medir la pobreza multidimensional en México, ya que refleja el bienestar económico de la población.
La situación es aún más crítica para aquellos hogares que ya se encuentran en condiciones de vulnerabilidad. Con el aumento de precios, muchas familias se ven obligadas a ajustar sus presupuestos, lo que puede llevar a una reducción en el consumo de alimentos saludables y a un aumento en la dependencia de productos más económicos y menos nutritivos. Esto puede tener repercusiones a largo plazo en la salud pública y en el desarrollo de la población, especialmente entre los niños y adolescentes.
En resumen, el aumento en el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria en julio de 2025 refleja una serie de desafíos económicos que enfrenta la población mexicana. A medida que los precios continúan fluctuando, es fundamental que las autoridades y los responsables de la política económica tomen medidas para mitigar el impacto en los hogares, asegurando que todos los ciudadanos tengan acceso a alimentos y servicios esenciales.