La situación de seguridad en México ha tomado un giro preocupante en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los robos a negocios. Según datos recientes, el 60% de las denuncias por robo a comercios se han realizado sin violencia, lo que indica un cambio en la dinámica delictiva que afecta a los empresarios y emprendedores del país. Este fenómeno ha llevado a muchos a replantear la importancia de contar con medidas de seguridad efectivas para proteger sus activos y garantizar la continuidad de sus operaciones.
**Incremento de Denuncias por Robo a Negocios**
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) ha reportado un aumento significativo en las denuncias por robo a negocios. En marzo de este año, se registraron 5,648 denuncias, de las cuales el 59.9% se llevaron a cabo sin el uso de la violencia. Este porcentaje ha ido en aumento, pasando del 47.4% en 2019 al 56.8% en 2024, lo que refleja una tendencia alarmante que afecta la percepción de seguridad en el entorno empresarial.
La falta de presencia de elementos de seguridad en los comercios parece ser un factor determinante en este aumento. Los delincuentes, al no encontrar resistencia, optan por sustraer bienes y dinero sin recurrir a la violencia, lo que puede resultar en un impacto económico significativo para los negocios afectados. La percepción de inseguridad se ha vuelto un tema recurrente entre los empresarios, quienes ven en la contratación de seguridad privada una solución viable para mitigar estos riesgos.
**La Seguridad Privada como Estrategia Preventiva**
La contratación de servicios de seguridad privada se ha convertido en una estrategia esencial para las empresas que buscan proteger sus activos. Según Ynbal Adda, gerente general de una empresa especializada en seguridad intramuros, la presencia de personal capacitado puede disuadir a los delincuentes y reducir la incidencia de robos. La seguridad privada no solo actúa como un escudo contra el crimen, sino que también aporta valor a las empresas en varias dimensiones.
Primero, la seguridad privada ayuda a mitigar riesgos inmediatos de intrusión o sustracción de bienes. Esto es crucial tanto para comercios como para instalaciones industriales y residenciales. La simple presencia de guardias de seguridad puede ser suficiente para disuadir a los delincuentes, quienes prefieren atacar lugares donde no hay vigilancia.
En segundo lugar, los elementos de seguridad privada están capacitados para colaborar con las autoridades locales, lo que permite una respuesta más efectiva ante incidentes. Esta colaboración es fundamental para crear un entorno más seguro y para que las empresas puedan operar con tranquilidad. Además, la seguridad privada contribuye a mejorar el control interno de las organizaciones, reduciendo prácticas indebidas como el robo hormiga y fortaleciendo la imagen institucional.
Por último, la contratación de seguridad privada profesional puede prevenir pérdidas irreparables. La falta de capacitación adecuada en el personal de seguridad puede representar un riesgo mayor, ya que este personal tiene acceso a información sensible y áreas críticas de la empresa. Por lo tanto, es esencial que las empresas elijan proveedores de seguridad que cumplan con estándares de calidad y que estén debidamente certificados.
La creciente preocupación por la seguridad ha llevado a muchos empresarios a reevaluar sus estrategias de protección. La reciente ola de violencia en el país, incluyendo el asesinato de personal cercano a figuras políticas, ha reavivado el debate sobre la seguridad en el ámbito empresarial. Carlos García, presidente de la American Chamber México, ha señalado que la inseguridad es un tema que preocupa a todos los ciudadanos y a las empresas, especialmente cuando se trata de inversiones y expansión en el territorio mexicano.
La realidad es que, a pesar de que las cifras oficiales indican una reducción del 9.7% en robos a negocios entre 2024 y 2025, muchos empresarios sienten que la situación es diferente en el día a día. La falta de denuncias por miedo a represalias o desconfianza en el sistema judicial también contribuye a la percepción de que la inseguridad es un problema persistente.
En este contexto, la seguridad privada se presenta como una solución integral que no solo protege los activos de las empresas, sino que también fortalece la confianza tanto interna como externa. La implementación de medidas de seguridad adecuadas puede permitir a las empresas operar con mayor estabilidad y respaldo, lo que es crucial en un entorno donde la inseguridad es una preocupación constante. La inversión en seguridad no debe ser vista como un gasto, sino como una necesidad para garantizar la viabilidad y el crecimiento de los negocios en México.