Arturo Ríos, un nombre que resuena en el mundo del teatro mexicano, celebra medio siglo de carrera con un monólogo que aborda temas profundos como la vejez y la soledad. A sus 72 años, Ríos ha recorrido un camino lleno de desafíos y satisfacciones, dejando atrás una carrera en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para dedicarse por completo a la actuación. Su pasión por el escenario comenzó a los 17 años, y desde entonces ha trabajado en diversas áreas de la actuación, desde teatro hasta series de televisión como ‘La casa de las flores’ y ‘La Reina del Sur’.
La vida de Ríos ha estado marcada por la lucha constante por la dignidad, un tema que se refleja en su más reciente obra, ‘El final’. En este monólogo, interpreta a un anciano solitario que enfrenta el aislamiento y la lucha por su dignidad en un mundo que a menudo ignora a los que ya no producen. Este personaje, aunque oscuro y alejado de la sociedad, no se ve a sí mismo como una víctima, sino como alguien que ha elegido no pertenecer a un sistema que lo ha marginado.
### La Evolución de un Actor Comprometido
A lo largo de sus 50 años de carrera, Ríos ha experimentado tanto momentos de gloria como épocas de vacas flacas. En una reciente entrevista, compartió que, a pesar de no contar con una jubilación como muchos trabajadores, no se arrepiente de su decisión de dejar un empleo seguro por el arte. «Los actores aprendemos a vivir en las vacas flacas y en las gordas», afirma, reflejando una filosofía de vida que muchos en la industria comparten.
Ríos ha sido invitado a unirse a la Compañía Nacional de Teatro (CNT) como actor de número, un reconocimiento que resalta su trayectoria y compromiso con el arte. Este nuevo capítulo en su vida profesional llega en un momento en que se siente afortunado y satisfecho con lo que ha logrado. La actuación, según él, es una profesión que requiere amor y dedicación, y aunque reconoce que hay un componente de vanidad y ego, también hay un profundo deseo de conectar con el público.
El monólogo ‘El final’, que se reestrenará en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque, es una celebración de su carrera y una reflexión sobre la condición humana. Ríos describe a su personaje como alguien que, a pesar de sus excentricidades, representa la esencia de la lucha por la supervivencia y la dignidad. Esta obra no solo es un homenaje a su trayectoria, sino también una crítica a cómo la sociedad trata a aquellos que considera «inútiles».
### Reflexiones sobre la Vejez y la Sociedad
Uno de los aspectos más interesantes de la obra de Ríos es su capacidad para abordar temas complejos de manera accesible. En ‘El final’, el autor Samuel Beckett se convierte en un crítico del sistema capitalista, invitando a la audiencia a reflexionar sobre cómo se trata a las personas mayores. Ríos señala que, aunque no le teme a la vejez, sí le gustaría tener más tiempo con su hijo, quien llegó a su vida cuando él ya había alcanzado la madurez.
La obra plantea preguntas sobre la dignidad en la vejez y la percepción que la sociedad tiene de aquellos que ya no están en la fuerza laboral. Ríos, al igual que su personaje, no se ve a sí mismo como una víctima de las circunstancias, sino como un sobreviviente que ha encontrado su lugar en el mundo del arte. A pesar de no contar con ahorros para el retiro, su enfoque en la vida es optimista y lleno de energía.
«Estoy bien físicamente y tengo ganas de vivir», dice Ríos, reflejando una actitud que inspira a muchos. Su historia es un recordatorio de que la pasión y el compromiso pueden llevar a una vida plena, incluso en la vejez. La obra ‘El final’ no solo es un testimonio de su carrera, sino también una invitación a la reflexión sobre cómo valoramos a nuestros mayores en la sociedad actual.
Arturo Ríos continúa siendo un faro de esperanza y un ejemplo de dedicación en el mundo del teatro. Su viaje de 50 años es una celebración de la vida, el arte y la dignidad humana, y su historia resuena con todos aquellos que han luchado por encontrar su voz en un mundo que a menudo silencia a los más vulnerables.