La economía mexicana ha mostrado un comportamiento mixto en los últimos meses, con la inversión física avanzando en julio, mientras que el consumo privado interno ha experimentado un retroceso. Estos datos, proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ofrecen una visión clara de los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en su recuperación económica.
**Desempeño de la Inversión Física**
Durante el mes de julio, la Formación Bruta de Capital Fijo, que incluye el gasto en maquinaria, equipo y construcción, reportó un avance mensual del 1.6%. Este incremento es notable, especialmente después de una disminución del 1.3% en junio. La inversión en maquinaria y equipo fue el principal motor de este crecimiento, con un aumento del 4.9% en julio, marcando su mayor alza mensual desde diciembre de 2022, cuando se registró un incremento del 6.4%.
El crecimiento en la inversión de maquinaria y equipo se desglosa en un aumento del 2.4% en la inversión de origen nacional y un notable 5.9% en la inversión importada, impulsada principalmente por un incremento del 23.5% en el equipo de transporte. Sin embargo, la inversión en construcción no siguió esta tendencia positiva, registrando un retroceso mensual del 1.3%. Dentro de este sector, la edificación residencial disminuyó un 0.4%, mientras que la construcción no residencial cayó un 1.9%, lo que sugiere un estancamiento en la obra pública y privada.
**Tendencias en el Consumo Privado**
Por otro lado, el Consumo Privado en el Mercado Interior ha mostrado señales de debilidad, con un retroceso mensual del 0.3% en julio, después de un avance del 0.9% en junio. Este descenso se refleja en la disminución del consumo de bienes y servicios nacionales, que cayó un 0.5% en el mismo mes. Al desglosar estos datos, se observa que el consumo de bienes retrocedió un 0.7%, mientras que la demanda de servicios disminuyó un 0.3%. En contraste, el consumo de bienes importados experimentó un crecimiento del 1.7%, marcando tres meses consecutivos de aumento.
A nivel anual, el consumo privado interno mostró una ligera disminución del 0.1% en julio, ajustado por estacionalidad, mientras que la inversión física ha caído un 7.2%, acumulando once meses de descenso. Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad de recuperación del consumo privado, que es un componente crucial para el crecimiento económico del país.
**Factores que Afectan la Inversión y el Consumo**
La divergencia entre la inversión física y el consumo privado puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, la incertidumbre económica global y local ha llevado a las empresas a ser más cautelosas en sus decisiones de inversión. La inflación, que ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores, también juega un papel importante en la reducción del consumo privado. A medida que los precios de bienes y servicios aumentan, los consumidores tienden a restringir sus gastos, lo que impacta negativamente en la demanda interna.
Además, el contexto político y social en México, incluyendo manifestaciones y cambios en las políticas económicas, puede influir en la confianza empresarial y en la disposición de los consumidores a gastar. La reciente marcha del 2 de octubre, que fue marcada por la violencia, ha generado preocupación entre los comerciantes y puede haber afectado la percepción de seguridad y estabilidad en el país.
**Perspectivas Futuras**
A pesar de los desafíos actuales, hay indicios de que la economía mexicana podría encontrar un camino hacia la recuperación. La inversión en maquinaria y equipo, especialmente en sectores como el transporte, sugiere que las empresas están dispuestas a invertir en su capacidad productiva a largo plazo. Sin embargo, para que esta tendencia se mantenga, es crucial que se implementen políticas que fomenten la confianza tanto en los consumidores como en los inversores.
La recuperación del consumo privado será fundamental para el crecimiento económico sostenido. Esto requerirá un enfoque en la creación de empleos, el aumento de los salarios y la estabilización de los precios. Las medidas que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el rumbo de la economía mexicana y su capacidad para enfrentar los retos que se avecinan.