México se posiciona como un nuevo eje regional en el desarrollo y producción de medicamentos innovadores, gracias al lanzamiento de un plan estratégico farmacéutico que busca fortalecer sus vínculos comerciales con Estados Unidos y establecer alianzas clave con países de Asia. Este anuncio fue realizado por el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Roberto Gutiérrez, durante la 10 Semana de la Innovación, organizada por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF). Gutiérrez destacó que el país se encuentra en un momento histórico, alejándose de las prácticas comerciales de los últimos 30 años hacia un enfoque que prioriza la seguridad económica y la resiliencia regional.
El plan incluye la relocalización de ingredientes farmacéuticos activos (API), que actualmente se producen en su mayoría en Asia. Gutiérrez enfatizó la importancia de atraer la producción de estos componentes a México, señalando que se trata de un asunto de soberanía sanitaria. Además, el subsecretario mencionó que el país ya está coordinando estrategias con Estados Unidos y trabajando en alianzas específicas con naciones asiáticas para garantizar el abastecimiento de insumos críticos.
Uno de los aspectos que favorece a México en este contexto son sus condiciones arancelarias. Mientras que Brasil impone aranceles de hasta el 50%, y Japón y Corea alcanzan un 25%, México mantiene un promedio de solo el 6%. Esto convierte al país en un hub estratégico para la producción farmacéutica en los próximos años. Sin embargo, el desafío no es solo económico. La introducción de medicamentos innovadores en México enfrenta retrasos significativos, que pueden extenderse hasta siete años desde que un tratamiento es aprobado en Europa o Estados Unidos hasta que llega a los pacientes mexicanos. Larry Rubin, director ejecutivo de la AMIIF, advirtió que esta situación puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos pacientes.
Rubin atribuyó estos retrasos a la falta de articulación institucional, procesos duplicados y una regulación obsoleta. Para resolver estos problemas, sugirió que no es necesario reinventar el sistema, sino más bien alinear voluntades y establecer reglas claras que permitan la interoperabilidad. La incertidumbre jurídica también se ha convertido en un obstáculo que frena las inversiones y el acceso oportuno a terapias de última generación.
La AMIIF, que concentra más del 90% de la investigación clínica en el país, invierte cerca de 200 millones de dólares anuales en este sector. Rubin mencionó que esta cifra podría multiplicarse por diez si se establecen las condiciones fiscales, regulatorias y operativas adecuadas. Julio Ordaz, presidente de la AMIIF y director general de AstraZeneca México, subrayó que transformar el sistema de salud requiere compromisos a largo plazo, enfatizando que se trata de construir el sistema de salud para los próximos treinta años.
A pesar de que México solo destina el 2.5% de su PIB a la salud, muy por debajo del 6% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el país lidera en América Latina en la disponibilidad de medicamentos innovadores en el sector público. Esto demuestra el potencial de México para avanzar en este ámbito si se agilizan los procesos regulatorios. Karla Alcázar, vicepresidenta de la AMIIF y presidenta de Lilly Latinoamérica, recordó que el país presenta un rezago promedio de 5.9 años en la aprobación de tratamientos ya validados por agencias como la FDA o la EMA.
La colaboración entre el sector público y privado se ha vuelto esencial para enfrentar los retos actuales en el ámbito farmacéutico. Jorge Luis Caridad, vicepresidente segundo de AMIIF y director general de Johnson & Johnson Innovative Medicine en México, enfatizó que estas alianzas son la única vía para abordar los desafíos que enfrenta el sistema de salud. Desde el Senado, José Manuel Cruz, presidente de la Comisión de Salud, respaldó los esfuerzos de colaboración y anunció el compromiso legislativo para impulsar marcos legales que aceleren el acceso a la innovación.
El secretario de Salud, David Kershenobich, confirmó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) está avanzando hacia su modernización como una agencia regulatoria más ágil y eficiente. Kershenobich aseguró que se promoverá un ecosistema que impulse la innovación responsable, garantizando calidad y seguridad en los productos farmacéuticos.
Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, destacó que México es el segundo productor de medicamentos en América Latina y el octavo exportador mundial de dispositivos médicos, con el 62% de sus exportaciones dirigidas a Estados Unidos. El reto ahora es aumentar el valor agregado y consolidar el liderazgo regional del país en el sector farmacéutico. La celebración de los 75 años de la AMIIF dejó claro que la transformación del sistema de salud debe basarse en la ciencia, la colaboración y la inversión. Cada avance en la investigación y cada paciente que accede a un tratamiento representa una oportunidad para transformar a México.