Las cifras sobre robos a transportistas en México han generado un intenso debate entre el gobierno y las agrupaciones empresariales del sector. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en mayo de este año se registraron 505 denuncias de robos a transportistas, lo que representa el número más bajo desde que se comenzaron a llevar registros en 2015. Sin embargo, los transportistas argumentan que la realidad en las carreteras es muy diferente y que la inseguridad ha aumentado significativamente.
El presidente ejecutivo de la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP), Leonardo Gómez, expresó su preocupación por la discrepancia entre las cifras oficiales y la percepción del sector. Aseguró que, a pesar de las estadísticas que indican una disminución en los robos, los transportistas que trabajan con ellos reportan un aumento en la violencia y en la frecuencia de los delitos. Gómez cuestionó cómo se están catalogando los delitos, sugiriendo que muchos incidentes violentos no se registran como robos, sino como otros tipos de delitos, lo que distorsiona la realidad de la inseguridad en las carreteras.
El problema del robo al transporte ha sido una preocupación constante para el sector privado durante al menos la última década. A pesar de que hace cinco años el robo a transportistas se tipificó como un delito federal, los resultados en términos de seguridad no han sido satisfactorios. Gómez enfatizó la necesidad de trabajar en conjunto con las autoridades para mejorar la clasificación de los delitos y buscar soluciones efectivas que reduzcan la criminalidad en las carreteras.
### La Violencia en el Transporte
Las estadísticas del SESNSP revelan que el 90% de los robos a transportistas se cometen con violencia, lo que pone en riesgo la vida de los operadores. Esta situación ha llevado a líderes de la industria, como Miguel Ángel Martínez Millán, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), a cuestionar la seguridad de la movilización de productos por carretera. A pesar de que las cifras oficiales sugieren una disminución en los incidentes, Martínez Millán sostiene que la violencia ha aumentado y que los ataques son cada vez más peligrosos.
Los transportistas no solo enfrentan la amenaza de robos, sino también la posibilidad de perder la vida en estos incidentes. La violencia ha escalado a niveles alarmantes, y los líderes del sector han estado alzando la voz ante las autoridades para exigir medidas más efectivas. La percepción de que los ataques son más sigilosos y violentos ha generado un clima de temor entre los operadores, quienes se sienten cada vez más vulnerables.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes ha indicado que el 56% de las mercancías en México se transportan por carretera, lo que subraya la importancia de garantizar la seguridad en este sector. El director ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat), Elim Luviano Heredia, también ha señalado que la problemática de la inseguridad persiste, afectando tanto al transporte de mercancías como al de personas. Muchos delitos no se denuncian debido al miedo a represalias o al desconocimiento de las víctimas sobre cómo proceder.
### Impacto en las Empresas y el Consumidor
Los robos a transportistas no solo afectan a los conductores y las empresas de transporte, sino que también tienen repercusiones en la economía en general. La pérdida de vidas humanas es el impacto más trágico, pero también se suma la sustracción de unidades y la creación de un mercado negro con los productos robados. Esta situación fomenta la impunidad y, a su vez, encarece los productos legales para el consumidor, generando desabastecimiento en algunos casos.
Los empresarios del sector han manifestado su preocupación por la falta de acción efectiva por parte de las autoridades para reducir la criminalidad. La ANTP y la Canacar han estado trabajando para elevar sus voces y exigir un enfoque más proactivo en la lucha contra el robo de mercancías. La colaboración entre el sector privado y las autoridades es esencial para abordar este problema de manera integral y garantizar la seguridad en las carreteras.
La situación actual plantea un desafío significativo para el gobierno y las empresas de transporte. La discrepancia entre las cifras oficiales y la percepción del sector privado resalta la necesidad de una revisión exhaustiva de cómo se registran y abordan los delitos en las carreteras. La seguridad de los transportistas y la integridad de las mercancías son cuestiones que deben ser prioritarias para todos los actores involucrados en la cadena de suministro en México.