La Ciudad de México es conocida por su vibrante escena gastronómica, y uno de los lugares que se destaca en este ámbito es el Ritz-Carlton. Este hotel de lujo ofrece un brunch sabatino que no solo es un festín para el paladar, sino también una experiencia visual y social que no te querrás perder. Con un ambiente acogedor y una variedad de platillos diseñados para compartir, el brunch del Ritz-Carlton se ha convertido en un destino popular para locales y visitantes por igual.
### Un Festín para los Sentidos
Al llegar al Ritz-Carlton, los comensales son recibidos con una de las mejores vistas de la ciudad. La experiencia comienza a las 12 pm y se extiende hasta las 5 pm, lo que permite disfrutar de un ambiente relajado y distendido. El concepto de brunch se basa en compartir, lo que significa que los platillos se sirven al centro de la mesa, permitiendo que todos los comensales prueben un poco de todo. Esta dinámica crea un ambiente familiar y acogedor, ideal para disfrutar con amigos o seres queridos.
Entre las entradas más destacadas se encuentra el mezze mexicano, que incluye guacamole con aceite de ajo confitado, hummus de frijol negro con epazote y un delicioso Sikil p’ak, un dip tradicional de semillas de calabaza de la cocina yucateca. Cada bocado es una explosión de sabores que refleja la riqueza de la gastronomía mexicana. Además, el pan francés que se ofrece es considerado por muchos como el mejor de la Ciudad de México. Este pan se sirve con frutos rojos y está cubierto de semillas tostadas, todo bañado en miel de maple, convirtiéndolo en la estrella del brunch.
No puedes dejar de probar la trucha salmonada en gravlax de betabel, que complementa perfectamente la variedad de entradas. Cada platillo está diseñado para resaltar los ingredientes frescos y de alta calidad, lo que garantiza una experiencia culinaria excepcional. La atención al detalle en la presentación de los platillos también es digna de mención, haciendo que cada plato sea una obra de arte.
### Platos Fuertes y Bebidas para Todos los Gustos
El brunch del Ritz-Carlton no se detiene en las entradas. La selección de platos fuertes es igualmente impresionante. Entre las recomendaciones se encuentran la brocheta de pulpo y camarón, que se prepara en un horno Jasper, y el ribeye con puré de papa, ambos platillos que prometen satisfacer incluso a los paladares más exigentes. La calidad de la carne y la frescura de los mariscos son evidentes en cada bocado, lo que hace que valga la pena cada centavo.
Para acompañar estos deliciosos platillos, el brunch ofrece una variedad de opciones de bebidas. Los comensales pueden optar por bebidas sin alcohol, cócteles o incluso champagne, lo que lo convierte en el lugar perfecto para disfrutar de una tarde soleada en la ciudad. La opción de disfrutar de una bebida burbujeante añade un toque de celebración a la experiencia, ideal para un encuentro especial o simplemente para consentirse un poco.
El final del brunch es igualmente dulce, ya que incluye un sample de postres que no te querrás perder. Entre las delicias se encuentran el pan de elote con helado de mazapán y la crème brûlée de mamey, que son el cierre perfecto para una comida tan completa. Además, los roles especiales preparados en la mesa son una sorpresa que deleitará a todos. Con opciones de nueces y frutos rojos, estos roles son tan grandes que se pueden pedir para llevar a casa, lo que los convierte en un regalo perfecto para disfrutar más tarde.
El brunch del Ritz-Carlton no solo es una experiencia gastronómica, sino también una oportunidad para disfrutar de la compañía de amigos y familiares en un ambiente elegante y acogedor. La dirección del hotel, Avenida Paseo de la Reforma 509, lo convierte en un destino accesible para quienes buscan una experiencia culinaria única en la capital mexicana. Ya sea que estés celebrando una ocasión especial o simplemente buscando un lugar para disfrutar de un buen brunch, el Ritz-Carlton es una opción que no decepcionará. Con su atención al detalle, calidad de ingredientes y un ambiente inigualable, este brunch se ha ganado un lugar especial en el corazón de los amantes de la buena comida en la Ciudad de México.