El avistamiento de una pareja de Colorín Sietecolores (Passerina ciris) en la Barranca del Ehécatl, ubicada en Ecatepec, ha generado gran interés entre los biólogos y amantes de la naturaleza. Esta especie, que se encuentra en peligro de extinción, es conocida por su vibrante plumaje y su comportamiento migratorio. Este avistamiento no solo es significativo por ser el primero registrado en esta área, sino que también resalta la importancia de la Barranca del Ehécatl como un refugio para diversas especies de aves migratorias y residentes.
La migración del Colorín Sietecolores es un fenómeno fascinante. Durante la época de reproducción, estas aves se distribuyen en una amplia región que abarca el oeste de Estados Unidos, incluyendo estados como Kansas, Oklahoma y Texas, así como el sur de Tamaulipas en México. En invierno, migran hacia el sur, llegando hasta Panamá. Este ciclo migratorio es crucial para su supervivencia, ya que les permite acceder a diferentes hábitats y recursos a lo largo del año. La presencia de esta especie en Ecatepec es un indicativo de la calidad del hábitat en la Barranca del Ehécatl, que se ha convertido en un punto de descanso vital para las aves durante su travesía.
### Importancia de la Barranca del Ehécatl para la Biodiversidad
La Barranca del Ehécatl, con una extensión de aproximadamente 7 hectáreas, ha sido reconocida por su potencial como un área natural protegida. Sin embargo, aún no ha sido oficialmente declarada como tal, lo que plantea desafíos significativos para su conservación. La contaminación, el manejo inadecuado de residuos y la invasión de especies domésticas son solo algunas de las problemáticas que enfrenta este ecosistema. A pesar de estos retos, el avistamiento del Colorín Sietecolores es un rayo de esperanza que subraya la necesidad de proteger y restaurar este hábitat.
Diego Barrales Alcalá, coordinador del Programa de Aves Urbanas de Ecatepec, enfatiza que el descubrimiento de esta especie en la barranca es un testimonio del valor ecológico del área. «Este avistamiento es importante porque destaca el papel de la Barranca del Ehécatl como un sitio de descanso, de protección y de recursos para las especies de aves residentes y migratorias que existen en México», comentó Barrales. La diversidad de especies avistadas en la barranca ha aumentado significativamente desde que se inició el monitoreo, con un registro de 50 especies, de las cuales 45 son aves.
El Colorín Sietecolores, que se encuentra enlistado en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo protección especial, ha sido objeto de cacería debido a su atractivo plumaje. Esta presión humana ha llevado a que la especie sea considerada casi amenazada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). La protección de su hábitat es esencial para asegurar su supervivencia y la de otras especies que dependen de este ecosistema.
### Estrategias de Conservación y Monitoreo
El monitoreo de aves en la Barranca del Ehécatl comenzó con la instalación de un bebedero en septiembre de 2024, lo que ha permitido atraer a diversas especies. Además, se ha implementado el uso de cámaras trampa para observar la fauna que visita el área. Estas iniciativas son parte de un esfuerzo más amplio por parte del Programa de Aves Urbanas de Ecatepec, que busca no solo registrar las especies presentes, sino también fomentar la participación ciudadana en la conservación.
Las actividades de protección de la barranca son llevadas a cabo por un grupo conocido como Guardianes del Ehecatl. Este grupo se dedica a la creación de espacios que proporcionen recursos vitales para las aves, como agua y alimento. Uno de los proyectos incluye un mini humedal diseñado para atraer a diversas especies de aves e insectos, contribuyendo así a la biodiversidad del área. Sin embargo, los desafíos persisten, ya que se han reportado casos de depredación por parte de gatos y perros que ingresan al lugar, lo que pone en riesgo a las aves que buscan refugio en el bebedero.
El avistamiento del Colorín Sietecolores en la Barranca del Ehécatl no solo es un evento significativo para la comunidad ornitológica, sino que también subraya la necesidad urgente de implementar medidas de conservación efectivas. La protección de este hábitat es crucial no solo para la supervivencia de esta especie en particular, sino también para la salud general del ecosistema y la biodiversidad en la región. La colaboración entre ciudadanos, biólogos y autoridades es esencial para asegurar que la Barranca del Ehécatl continúe siendo un refugio seguro para las aves y otras especies que dependen de este valioso entorno natural.