En los últimos años, la cultura de donación de órganos ha experimentado un notable crecimiento en La Laguna, posicionando a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) número 71 como líder en donaciones cadavéricas en México. Este avance se refleja en las cifras: el año pasado se realizaron 45 donaciones y, en lo que va de 2025, ya se han registrado 43, con la expectativa de superar la meta de 50 donaciones al finalizar el año. La importancia de la donación de órganos se ha vuelto un tema crucial, especialmente en un país donde la demanda de órganos sigue siendo alta, siendo el riñón el órgano más solicitado tanto en La Laguna como en el resto del país.
La educación y la concienciación sobre la donación de órganos han sido factores clave en este crecimiento. Hugo Francisco Ruiz Serna, coordinador hospitalario de donación en la UMAE 71, ha destacado que, aunque la cultura de donación ha mejorado, México aún se encuentra por detrás de otros países de América Latina como Argentina, Chile y Brasil. «Estamos todavía en pañales en cuanto a la donación», afirma Ruiz Serna, quien también señala que el ideal sería que todos los pacientes en espera de un trasplante pudieran recibir un órgano de origen cadavérico.
La enfermedad renal crónica es uno de los problemas de salud más graves en la región, con alrededor de 8,000 personas en lista de espera para un riñón solo en el norte del país. Edgar Iván Lecona, nefrólogo pediatra en la UMAE 71, explica que condiciones como la hipertensión y la diabetes pueden llevar al desarrollo de esta enfermedad, haciendo que el trasplante de riñón sea una solución vital. Sin embargo, la falta de una cultura de donación altruista sigue siendo un obstáculo significativo. «La donación cadavérica es algo que todavía no es tan frecuente», lamenta Lecona.
La situación se complica aún más por la falta de donadores. Las personas en espera de un riñón pueden tardar años en recibir un trasplante, lo que resalta la importancia de la donación. En muchos casos, la muerte de un ser querido puede convertirse en una oportunidad para salvar vidas, pero la decisión de donar a menudo recae en la familia, lo que puede ser un proceso doloroso y complicado. La comunicación abierta sobre el tema de la donación es esencial para facilitar este proceso y ayudar a las familias a tomar decisiones informadas en momentos difíciles.
La UMAE 71 no solo se enfoca en la donación de órganos, sino que también ofrece apoyo a las familias de donantes y receptores a través de un grupo de voluntarios que brindan acompañamiento tanatológico. Jaime Antonio Requenes Luevano, representante de la Asociación “Caminar Contigo Madre”, destaca la importancia de ofrecer apoyo emocional tanto a los pacientes como a sus familias durante el proceso de duelo. «Se requiere de la disposición, el conocimiento, pero sobre todo un gran corazón para poder acompañar desde el dolor con empatía y compasión», señala Requenes.
El proceso de donación comienza cuando una persona fallece, ya sea por accidente o enfermedad. En este momento, es crucial que la familia tome una decisión sobre la donación de órganos. Los coordinadores de donación en los hospitales están capacitados para evaluar la viabilidad de los órganos y hablar con la familia sobre la posibilidad de donar. Sin embargo, a menudo se enfrentan a la resistencia de las familias, que pueden no estar dispuestas a aceptar la donación, incluso si la persona fallecida había expresado su deseo de donar. La educación y la sensibilización sobre la importancia de la donación son fundamentales para superar estas barreras.
Las historias de aquellos que han recibido trasplantes de riñón son un testimonio del impacto positivo que la donación puede tener en la vida de las personas. Fidencio, un niño de 13 años, recibió un trasplante de riñón que cambió su vida después de años de problemas de salud. Su tía, María de Lourdes Costilla López, comparte cómo el trasplante ha mejorado su calidad de vida y le ha permitido llevar una vida normal. «Estaba desmejorado, pero después del trasplante ha salido adelante», dice Costilla.
Itzel Estrella Rodríguez Lara, quien también recibió un trasplante de riñón tras años de espera, expresa su gratitud hacia la familia que decidió donar. «Es un acto de amor muy grande el haber regalado vida a una desconocida», afirma Itzel, quien invita a la ciudadanía a considerar la donación como una forma de ayudar a otros. La donación de órganos no solo salva vidas, sino que también deja un legado de amor y esperanza en aquellos que quedan atrás. La importancia de promover la donación cadavérica es crucial, ya que es una de las formas más efectivas de salvar vidas y mejorar la calidad de vida de muchas personas en espera de un trasplante.