La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México ha anunciado cambios significativos en su programa de subastas de valores gubernamentales para el cuarto trimestre de 2025, que comenzará el 1 de octubre. Este ajuste se produce en un contexto de alta incertidumbre económica, especialmente debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos. La SHCP busca fortalecer los fundamentos macroeconómicos del país, garantizar condiciones de financiamiento estables y previsibles, y asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas a mediano y largo plazo.
**Estrategia de Subastas de Valores Gubernamentales**
Durante este trimestre, la SHCP ha decidido realizar subastas semanales de Certificados de la Tesorería (Cetes) con plazos de 28, 91 y 182 días. Estos instrumentos financieros son esenciales para la gestión de la deuda pública y permiten al gobierno obtener recursos a corto plazo. El rango semanal para la colocación de Cetes se mantendrá entre 5 mil y 20 mil millones de pesos, lo que equivale a aproximadamente 272 y 1 mil 089 millones de dólares.
Además, las subastas de Bonos de Desarrollo del Gobierno federal (Bondes F) se verán modificadas. Se reducirán los montos a subastar en los plazos de 1 a 5 años, mientras que los bonos a 7 y 10 años se subastarán mensualmente. Esta estrategia busca adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y asegurar que el financiamiento del sector público se mantenga en niveles sostenibles.
Por otro lado, los Bonos M, que son instrumentos a tasa fija con vencimientos a mediano y largo plazo, también experimentarán ajustes. Se reducirá el monto de colocación en los plazos de 5 años, aunque se incrementará el bono a 10 años. Esto refleja un enfoque más conservador en la gestión de la deuda a largo plazo, buscando minimizar riesgos en un entorno económico incierto.
**Impacto de la Inflación y la Política de Deuda Pública**
La SHCP ha subrayado la importancia de mantener una política de deuda pública que sea proactiva, flexible y fiscalmente responsable. En este sentido, se ha enfatizado que la estrategia está orientada a atender de manera oportuna y eficiente las necesidades de financiamiento del sector público. La dependencia gubernamental ha manifestado su compromiso de priorizar el financiamiento en el mercado local, lo que no solo ayuda a estabilizar la economía, sino que también reafirma la trayectoria de un endeudamiento público ordenado y sostenible.
Además, la SHCP ha indicado que continuará con operaciones de manejo de pasivos y estará atenta a las condiciones del mercado financiero para realizar ajustes si son necesarios. Esto es crucial, ya que la capacidad del gobierno para adaptarse a cambios en el entorno económico puede ser determinante para la estabilidad financiera del país.
La situación actual de la economía mexicana, marcada por la incertidumbre en el comercio internacional y la inflación, ha llevado a la SHCP a ser más cautelosa en su enfoque. Las decisiones tomadas en este contexto no solo afectan al gobierno, sino que también tienen repercusiones en la economía en general, incluyendo a los ciudadanos y las empresas que dependen de un entorno financiero estable.
En resumen, los ajustes en las subastas de deuda anunciados por la SHCP reflejan una respuesta estratégica a los desafíos económicos actuales. Con un enfoque en la sostenibilidad y la estabilidad, el gobierno mexicano busca navegar por un panorama incierto, asegurando que las finanzas públicas se mantengan en una trayectoria positiva a largo plazo.