En los últimos años, la partería tradicional ha resurgido en México, convirtiéndose en una opción cada vez más popular entre las mujeres que buscan un enfoque más personal y significativo para el parto y el cuidado posparto. Este fenómeno no solo se limita a las comunidades rurales, sino que también ha encontrado un lugar en las grandes ciudades, donde las mujeres están redescubriendo las prácticas ancestrales que han sido parte de su cultura durante siglos. En este contexto, el reconocimiento oficial del gobierno sobre el valor de las parteras en la salud materna ha sido un paso significativo hacia la integración de la partería en los servicios de salud del país.
La partería tradicional en México se basa en un profundo conocimiento de las prácticas ancestrales, que incluyen masajes, tratamientos en puntos de presión y el uso de hierbas medicinales. Estas prácticas son llevadas a cabo por parteras que, a menudo, han sido formadas a través de la transmisión oral de conocimientos, en lugar de en instituciones formales. Este enfoque holístico no solo se centra en el aspecto físico del parto, sino que también considera las emociones y la espiritualidad de la mujer, reconociendo que el embarazo y la maternidad son experiencias que van más allá de lo físico.
### La Partería como Alternativa a la Atención Obstétrica Convencional
A medida que más mujeres buscan alternativas a la atención obstétrica convencional, la partería ha ganado popularidad. Muchas mujeres que han experimentado el parto en hospitales han expresado su descontento con la atención que recibieron, argumentando que los protocolos rígidos y las intervenciones innecesarias a menudo despojan a las mujeres de su autonomía. En contraste, las parteras ofrecen un enfoque más personalizado, donde se priorizan las decisiones y emociones de la madre.
Las parteras tradicionales, como Regina Llanes Granillo y Kay Nicté Cisneros García, han sido fundamentales en este resurgimiento. A través de rituales como la sobada, un masaje abdominal maya, y el abrazo del rebozo, estas parteras ayudan a las mujeres a reconectar con su cuerpo y su energía después del parto. Estos rituales no solo son una forma de cuidado físico, sino que también son una celebración de la maternidad y un reconocimiento de la transformación que experimenta la mujer al dar a luz.
Sin embargo, la partería no está exenta de críticas. Algunos médicos advierten que ciertas prácticas pueden ser peligrosas si se utilizan en lugar de la atención profesional adecuada, especialmente en casos de embarazos complicados. A pesar de esto, muchos profesionales de la salud reconocen el papel vital que desempeñan las parteras en comunidades donde el acceso a servicios médicos es limitado. Con más de 15,000 parteras registradas en el país, su contribución a la salud materna es innegable.
### La Influencia de la Pandemia en la Partería
La pandemia de COVID-19 ha acelerado el interés por la partería tradicional en México. Con la saturación de hospitales y el temor a contagios, muchas mujeres embarazadas han optado por recurrir a parteras, quienes ofrecen un entorno más seguro e íntimo para el parto. Este cambio ha llevado a un aumento en la demanda de servicios de partería, lo que ha permitido a muchas parteras tradicionales adaptarse a las nuevas circunstancias y ofrecer un cuidado más accesible.
Amparo Calderón, una partera tradicional de ascendencia maya, ha observado cómo la percepción pública de la partería ha cambiado en los últimos años. Antes, la partería era vista principalmente como un servicio para mujeres indígenas, pero ahora se reconoce como una práctica que abarca una cosmogonía y filosofía más amplia. Este cambio ha permitido que más mujeres, independientemente de su origen, busquen la atención de parteras durante su embarazo y parto.
Los rituales de maternidad, como el uso de hierbas medicinales y el abrazo del rebozo, son solo algunas de las prácticas que las parteras utilizan para ayudar a las mujeres a sanar y recuperarse después del parto. Estos rituales no solo son una forma de cuidado físico, sino que también tienen un profundo significado cultural y espiritual. Las parteras creen que estas prácticas ayudan a las mujeres a cerrar el ciclo del parto y a reconectar con su energía y su cuerpo.
En México, las parteras se dividen en tres categorías: las formadas en universidades, las independientes que han recibido formación en programas dirigidos por organizaciones sin fines de lucro y las parteras tradicionales que utilizan conocimientos transmitidos oralmente. Cada una de estas categorías aporta un enfoque único a la atención del embarazo y el parto, lo que enriquece la experiencia de las mujeres que eligen trabajar con ellas.
La partería tradicional en México no solo representa un regreso a las raíces culturales, sino que también ofrece una alternativa viable a la atención médica convencional. A medida que más mujeres buscan un enfoque más holístico y personalizado para el parto, es probable que la partería siga creciendo en popularidad y reconocimiento en el país.