En un conmovedor suceso que ha dejado a la comunidad de Gómez Palacio en estado de shock, la familia de José Sebastián Salazar Barrón, conocido cariñosamente como ‘Chechito’, se despidió de él el pasado domingo. Este joven de apenas 14 años fue víctima de un acto de violencia que ha encendido un debate sobre la seguridad y la protección de los más vulnerables en la sociedad.
‘Chechito’ era un niño con autismo que, a pesar de sus desafíos, solo quería ayudar a su familia y ganarse unas monedas trabajando como mandadero en una panadería local. Sin embargo, su vida fue truncada de manera brutal el 6 de septiembre, cuando fue asesinado en un acto que su familia califica de asesinato y no de un accidente, como algunos intentaron argumentar.
### La Tragedia en la Panadería
El fatídico día, ‘Chechito’ ingresó a la panadería ‘Durango’, donde había trabajado anteriormente. Su intención era ayudar, pero se encontró con una situación que cambiaría su vida para siempre. Dante ‘N’, el propietario del establecimiento, junto con dos presuntos cómplices, Isaac y Uriel, decidieron involucrar al menor en un juego macabro de ruleta rusa.
De acuerdo con los informes, Dante ‘N’ sacó un arma y, en lugar de dejar que ‘Chechito’ se fuera, le pidió a Isaac que lo sujetara. En un acto de desprecio absoluto por la vida del niño, Dante introdujo una bala en el arma y comenzó a jugar con su vida, apuntando al pecho del menor. La tercera vez que jaló el gatillo, el disparo fue fatal. ‘Chechito’ cayó al suelo, y aunque fue trasladado de inmediato a un hospital, llegó sin signos vitales.
Este acto de violencia no solo ha dejado a una familia devastada, sino que también ha planteado serias preguntas sobre la seguridad de los niños en situaciones vulnerables. La hermana de ‘Chechito’, Leslie Salazar, ha sido una voz fuerte en la exigencia de justicia, afirmando que su hermano no era un niño problemático, sino un niño noble que solo buscaba trabajar.
### La Lucha por Justicia
Durante el funeral de ‘Chechito’, Leslie no pudo contener su dolor y su indignación. En un emotivo discurso, exigió justicia para su hermano, quien fue víctima de un crimen que no puede ser justificado. «Esto no fue un accidente, fue un asesinato en toda regla», declaró, enfatizando que Dante ‘N’ conocía la condición de su hermano y se aprovechó de su vulnerabilidad.
La comunidad de Gómez Palacio ha reaccionado con furia y tristeza ante este suceso. Muchos se han unido a la familia de ‘Chechito’ en su búsqueda de justicia, organizando marchas y protestas para exigir que se tomen medidas contra la violencia y la explotación de los niños. Este caso ha resonado en todo el país, generando un debate sobre la protección de los menores y la responsabilidad de los adultos en situaciones de riesgo.
La Vicefiscalía General del estado de Durango ha iniciado una investigación sobre el caso, y aunque Dante ‘N’ se dio a la fuga tras el crimen, las autoridades están trabajando para dar con su paradero y llevarlo ante la justicia. La comunidad espera que este caso sirva como un llamado de atención sobre la necesidad de proteger a los niños y garantizar su seguridad en todos los entornos.
La historia de ‘Chechito’ es un recordatorio desgarrador de que la violencia puede afectar a los más inocentes y vulnerables. La familia y amigos del joven continúan luchando por su memoria, esperando que su trágica muerte no sea en vano y que se implementen cambios significativos para proteger a otros niños en situaciones similares.
La vida de ‘Chechito’ fue corta, pero su legado puede ser un poderoso motor para el cambio. La comunidad de Gómez Palacio, junto con muchas otras, se une en un grito de justicia, esperando que su historia inspire a otros a actuar y a proteger a los más vulnerables. La lucha por un futuro más seguro para todos los niños continúa, y la memoria de ‘Chechito’ será un faro en esa lucha.