La capital de Ucrania, Kiev, ha sido escenario de un ataque devastador que ha dejado al menos 18 muertos y más de 50 heridos, en su mayoría civiles. Este ataque, llevado a cabo por fuerzas rusas utilizando drones y misiles hipersónicos Kinzhal, ha causado estragos en diversas infraestructuras de la ciudad, incluyendo viviendas, oficinas y centros de atención infantil. Las autoridades ucranianas han confirmado que entre los fallecidos se encuentran tres menores, lo que ha elevado la indignación y el clamor por una respuesta internacional más contundente ante la agresión rusa.
El ataque se produjo en la madrugada del 28 de agosto de 2025, cuando las alarmas aéreas sonaron en Kiev durante más de nueve horas. Las explosiones iluminaron el cielo nocturno, mientras los drones sobrevolaban la ciudad. Las autoridades locales informaron que los ataques impactaron en 13 emplazamientos diferentes, causando daños significativos en un centro comercial, una guardería y la delegación de la Unión Europea en Ucrania, así como en las instalaciones del British Council. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, expresó su preocupación por el número de heridos, destacando que alrededor de 40 personas han sido hospitalizadas debido a la gravedad de sus lesiones.
La Fuerza Aérea ucraniana reportó que, durante la noche, se lanzaron un total de 598 drones y 31 misiles contra el territorio ucraniano. A pesar de los esfuerzos de defensa, se lograron neutralizar 563 drones y varios misiles, pero los daños a la infraestructura civil fueron significativos. Este ataque se suma a una serie de agresiones que han intensificado el conflicto entre Rusia y Ucrania, que comenzó en febrero de 2022.
### Reacciones internacionales y la respuesta de Ucrania
Las reacciones ante este ataque han sido inmediatas y contundentes. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, condenó el ataque, señalando que la delegación de la UE fue dañada deliberadamente. Costa enfatizó que la Unión Europea no se dejará intimidar por la agresión rusa y reafirmó su apoyo a Ucrania. Por su parte, Kaja Kallas, alta representante de la UE para la Política Exterior, lamentó que mientras el mundo busca un camino hacia la paz, Rusia opta por intensificar la violencia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no tardó en calificar el ataque como un «asesinato horrible y deliberado de civiles». En un mensaje a la nación, Zelenski instó a la comunidad internacional a reaccionar con firmeza y a imponer nuevas sanciones a Rusia. Subrayó que la agresión rusa no solo representa una amenaza para Ucrania, sino para la estabilidad de toda Europa. Además, hizo un llamado a países como China y Hungría para que se pronuncien en contra de la violencia y apoyen los esfuerzos por la paz.
Zelenski también destacó que este ataque es una clara respuesta de Moscú a los llamados internacionales por un alto al fuego y una solución diplomática al conflicto. Afirmó que Rusia ha elegido continuar con su campaña de ataques en lugar de buscar una resolución pacífica, lo que pone de manifiesto su desprecio por las vidas humanas y por los esfuerzos de la comunidad internacional.
### Contexto del conflicto y el uso de tecnología militar
El uso de drones y misiles hipersónicos en este ataque refleja una tendencia creciente en la guerra moderna, donde la tecnología militar avanzada juega un papel crucial. Los misiles hipersónicos Kinzhal, que pueden alcanzar velocidades superiores a Mach 5, son particularmente difíciles de interceptar, lo que complica aún más la defensa de las ciudades. La capacidad de Rusia para lanzar ataques coordinados con drones y misiles plantea serios desafíos para las fuerzas ucranianas, que deben adaptarse rápidamente a estas nuevas tácticas.
A medida que el conflicto se prolonga, la comunidad internacional observa con preocupación el impacto de estos ataques en la población civil. Las imágenes de la devastación en Kiev, junto con las historias de las víctimas, han generado un clamor por una respuesta más firme por parte de los gobiernos y organizaciones internacionales. La situación humanitaria en Ucrania se deteriora cada día, y la necesidad de un alto el fuego y negociaciones de paz se vuelve cada vez más urgente.
El ataque del 28 de agosto es un recordatorio sombrío de la fragilidad de la paz en la región y de la necesidad de una acción colectiva para poner fin a la violencia. Mientras tanto, Ucrania continúa enfrentando la agresión con determinación, buscando apoyo internacional para proteger a su población y restaurar la paz en su territorio.
