La escena culinaria de la Ciudad de México se enriquece con la apertura de Cobarde, un nuevo restaurante que promete llevar a los comensales en un viaje de sabores únicos y sorprendentes. El chef Pako Cortés, conocido por su enfoque innovador y su experiencia internacional, ha decidido establecerse en la colonia Roma, donde fusiona influencias de diversas culturas gastronómicas en un ambiente casual y vibrante.
### Un Viaje Culinario Global
Pako Cortés no es un chef cualquiera; su trayectoria incluye experiencias en algunas de las cocinas más prestigiosas del mundo. Desde Nueva York hasta Japón, su carrera ha estado marcada por un deseo constante de explorar y aprender. En su paso por el grupo Momofuku, bajo la tutela de David Chang, y en el restaurante Cosme, donde trabajó con la talentosa chef Daniela Soto-Innes, Cortés ha acumulado un vasto conocimiento que ahora plasma en su nuevo proyecto.
Su amor por la cocina asiática lo llevó a vivir un año en Japón, donde se sumergió en las técnicas de fermentación y en la preparación de ramen. Esta experiencia no solo amplió su repertorio culinario, sino que también le permitió desarrollar un estilo que combina lo mejor de la gastronomía asiática con la esencia de la comida mexicana. «La cocina tiene que ser todo un show», afirma Cortés, quien busca que cada plato no solo sea una delicia, sino también una experiencia visual y emocional.
La propuesta de Cobarde se basa en lo que el chef denomina «cocina migrante», un concepto que refleja su propia historia y la diversidad de influencias que ha encontrado a lo largo de su carrera. Desde su primer restaurante en Puerto Escondido hasta su éxito en Oaxaca, Cortés ha demostrado que su enfoque innovador puede resonar en diferentes contextos y culturas. Ahora, en la Ciudad de México, espera que Cobarde sea un nuevo hito en su trayectoria.
### Una Experiencia Gastronómica Única
Cobarde no es solo un restaurante; es un espacio donde la comida se convierte en un espectáculo. Con un diseño que combina elementos de fine dining informal y un ambiente pop, el lugar está diseñado para que los comensales se sientan cómodos y emocionados al mismo tiempo. La carta incluye platos emblemáticos que reflejan la creatividad de Cortés, como los dumplings de pollo, que son una explosión de sabores gracias a su relleno de cerdo y jengibre, y el cuello de pato, que se prepara con un confit de pato al carbón que se deshace en la boca.
El menú también presenta una variedad de opciones que destacan la fusión de sabores, como la sopa laksa, que combina camarones y noodles de calabaza, y la trucha salmonada, que se acompaña de hoja santa y suero de leche. Cada plato está diseñado para provocar una reacción, para que los comensales se detengan y se maravillen con lo que tienen frente a ellos.
Además, el restaurante cuenta con un bar en la planta baja que ofrece una curaduría de mezcales, un guiño a los orígenes de Cobarde en Puerto Escondido. La selección de mezcales cambia cada seis meses, lo que permite a los visitantes explorar diferentes sabores y aprender sobre las maestras mezcaleras de Oaxaca, el Estado de México y Guerrero. Cortés enfatiza la importancia de promover el buen mezcal en la Ciudad de México, creando una experiencia integral que va más allá de la comida.
El chef también comparte su visión sobre lo que significa ser un restaurador en la actualidad. Para él, cada visita a un restaurante debe ser una experiencia memorable, donde cada detalle cuenta, desde la atención del personal hasta la presentación de los platos. «La gente invierte su tiempo y dinero para disfrutar de una comida, y nosotros tenemos la responsabilidad de ofrecerles un espectáculo», dice Cortés, quien se esfuerza por crear un ambiente donde los clientes se sientan bienvenidos y emocionados.
La apertura de Cobarde marca un nuevo capítulo en la carrera de Pako Cortés, quien, a pesar de los desafíos que ha enfrentado, sigue adelante con su pasión por la cocina. Con un enfoque en la innovación y la fusión de sabores, este nuevo restaurante promete ser un destino imperdible para los amantes de la gastronomía en la Ciudad de México. La historia de Cortés, su viaje y su visión se reflejan en cada plato, haciendo de Cobarde un lugar donde la comida no solo se come, sino que se vive.
