La situación en la Franja de Gaza ha alcanzado un punto crítico, con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declarando oficialmente una hambruna que afecta a más de 1,6 millones de personas. Este anuncio, realizado el 23 de agosto de 2025, subraya la gravedad de una crisis humanitaria que ha sido objeto de preocupación durante semanas por parte de diversas organizaciones internacionales. La declaración de hambruna no solo es un llamado a la acción, sino también un reflejo de las condiciones extremas que enfrentan los gazatíes debido a un prolongado bloqueo y a la violencia en la región.
La ONU ha calificado esta hambruna como «predecible y evitable», señalando que es el resultado de la «crueldad, justificada por la venganza, propiciada por la indiferencia y sostenida por la complicidad». Tom Fletcher, secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, enfatizó que la situación actual es un desastre que podría extenderse si no se toman medidas inmediatas. Las estadísticas son alarmantes: el sistema de Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) ha indicado que cerca de 514,000 personas en Gaza están sufriendo de hambre, cifra que podría aumentar a 641,000 para finales de septiembre.
### Impacto del Bloqueo y la Guerra
La crisis alimentaria en Gaza se ha visto exacerbada por el bloqueo impuesto por el gobierno israelí, que ha restringido la entrada de ayuda humanitaria y suministros básicos desde marzo de 2025. Este bloqueo ha llevado a un aumento en las muertes por inanición, con más de 200 casos reportados en las últimas semanas. La situación se ha vuelto tan crítica que la ONU ha advertido que la hambruna podría extenderse a otras áreas de Gaza, incluyendo Deir al-Balah y Jan Yunis, donde las condiciones son igualmente precarias.
La guerra entre Israel y los militantes de Hamás ha dejado a la población civil atrapada en un ciclo de violencia y escasez. La CIF ha señalado que esta es la primera vez que se registra una hambruna fuera de África, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación en Gaza. A pesar de las evidencias presentadas, el gobierno israelí ha desestimado el informe de la CIF, calificándolo de falso y acusando a la organización de basarse en datos sesgados proporcionados por Hamás.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel ha afirmado que «no hay hambruna en Gaza», argumentando que la situación ha sido manipulada para desacreditar al país. Sin embargo, la ONU y otras organizaciones humanitarias han instado a la comunidad internacional a actuar con urgencia para aliviar el sufrimiento de la población gazatí.
### La Realidad de la Hambruna
La declaración de hambruna implica que al menos el 20% de la población de una región está sufriendo una escasez extrema de alimentos, con uno de cada tres niños enfrentando desnutrición aguda. En Gaza, estas condiciones se han vuelto una realidad devastadora. La ONU ha documentado que, desde el inicio de la ofensiva bélica israelí, al menos 281 personas han muerto por inanición, incluyendo a 114 niños. La situación es particularmente trágica para los más vulnerables, como los bebés, que no tienen acceso a alimentos esenciales.
Un caso emblemático es el de Ghadeer Brika, una niña de cinco meses que falleció debido a la falta de alimentos y atención médica. Su padre, Ashraf Brika, ha denunciado la imposibilidad de conseguir fórmula infantil, vital para la nutrición de su hija. Este tipo de historias se repiten a diario en Gaza, donde la escasez de alimentos y la falta de atención médica han llevado a un aumento en las tasas de mortalidad infantil.
El Ministerio de Sanidad de Gaza ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que actúe contra lo que consideran un genocidio, enfatizando que la hambruna es solo un aspecto de una crisis humanitaria más amplia que incluye la destrucción del sistema de salud y otras infraestructuras esenciales. La ONU ha instado a un alto el fuego inmediato y a la liberación de todos los rehenes, además de exigir un acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria.
La situación en Gaza es un recordatorio escalofriante de las consecuencias de los conflictos prolongados y de la necesidad urgente de una solución pacífica. La comunidad internacional se enfrenta a un dilema moral: actuar para prevenir más muertes o permanecer en silencio ante una crisis que se agrava día a día. La hambruna en Gaza no es solo un problema local, sino un desafío global que requiere atención y acción inmediata.