El Valle de Guadalupe, conocido por su belleza natural y su producción vinícola, ha sido testigo de una transformación cultural significativa gracias a la visión de Eileen y Phil Gregory. Este matrimonio, que llegó a la región hace más de dos décadas en busca de un nuevo estilo de vida, ha creado un espacio único que combina arte, naturaleza y comunidad. Su proyecto más reciente, un parque de esculturas abierto al público, se ha convertido en un atractivo cultural que invita a los visitantes a explorar la intersección entre el arte contemporáneo y el entorno natural.
### Un Sueño Hecho Realidad
Eileen y Phil Gregory no solo buscaban un lugar para descansar; su llegada al Valle de Guadalupe marcó el inicio de un viaje que los llevó a fundar La Villa del Valle, un hotel boutique que refleja su amor por la región. En una entrevista, Eileen compartió cómo su vida dio un giro inesperado: «Después de mucho pensarlo, un día decidimos vender todo lo que teníamos y nos pusimos a viajar. Mi esposo quería hacer vino, así que comenzamos a pensar en algún lugar para jubilarnos y cumplir el sueño de Phil». Este sueño se ha materializado en un proyecto que no solo se enfoca en la producción de vino, sino también en la promoción del arte y la cultura.
La Villa del Valle se ha convertido en un hogar lejos de casa para muchos, con un ambiente acogedor que invita a los huéspedes a disfrutar de la tranquilidad del valle. Eileen describe el lugar como un «paraíso con una comunidad muy unida donde nos ayudamos todos». Este sentido de comunidad es fundamental para el proyecto de los Gregory, quienes han trabajado arduamente para fomentar un ambiente de colaboración y apoyo entre los artistas y la comunidad local.
### El Parque de Esculturas: Un Espacio para la Creatividad
El parque de esculturas es el resultado de la pasión de Eileen y Phil por el arte y su deseo de crear un espacio donde los artistas puedan interactuar con el paisaje del Valle de Guadalupe. Este proyecto comenzó en 2018 con la curaduría de Pablo León de la Barra y ha incluido obras de artistas destacados como Tania Candiani, Claudia Fernández y Pía Camil. Eileen explica que el parque no solo es un lugar para exhibir arte, sino también un centro de residencia artística donde los creadores pueden reflexionar y producir obras inspiradas en el entorno local.
«El Valle tiene de todo, gastronomía, vino y distintas actividades, pero le faltaba un centro de arte», menciona Eileen. Este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para artistas y visitantes, donde se llevan a cabo actividades culturales que enriquecen la experiencia de quienes llegan al valle. Las esculturas no solo embellecen el paisaje, sino que también invitan a la reflexión sobre temas relevantes, como la migración y la conexión con la naturaleza.
Entre las obras destacadas se encuentra la intervención de Claudia Fernández, quien transformó una enorme roca en un observatorio ergonómico que permite a los visitantes contemplar el cielo. Pía Camil, por su parte, creó «Baby Lover’s Rainbow», un arcoíris que simboliza la lluvia y la fertilidad, y que ha resonado incluso en eventos internacionales como el Festival Coachella. Eileen ha adquirido todas las obras para el parque, lo que demuestra su compromiso con el arte y su deseo de que el parque siga creciendo y evolucionando.
### Arte y Comunidad: Un Legado en Construcción
El parque de esculturas también es un homenaje a las historias de vida de quienes habitan la región. Betsabeé Romero, una amiga cercana de Eileen, ha contribuido con una obra titulada «Veletas al viento», que rinde tributo a las madres y niños migrantes. Esta obra se erige como un símbolo de resistencia y esperanza, reflejando las luchas y aspiraciones de aquellos que buscan un futuro mejor. Eileen destaca la importancia de estas narrativas en el contexto del arte: «Espero que mucha gente se sume a este proyecto del parque de esculturas. Tenemos mucho terreno, no voy a construir más, quiero que todo esto crezca, porque es algo único y bello en el Valle de Guadalupe».
El parque de esculturas se ha consolidado como un nuevo atractivo cultural en el Valle de Guadalupe, uniendo arte, comunidad y naturaleza en un solo espacio. La visión de Eileen y Phil Gregory no solo ha transformado su vida, sino que también ha enriquecido la experiencia de quienes visitan esta hermosa región. A medida que el parque continúa creciendo, se espera que más artistas y visitantes se unan a esta celebración del arte y la cultura, haciendo del Valle de Guadalupe un destino aún más vibrante y significativo.
