El Mercado San Juan Pantitlán, uno de los más grandes de América Latina, es un lugar emblemático que atrae a miles de visitantes cada día. Con una afluencia promedio de 15,000 personas, este mercado no solo es un centro de comercio, sino también un reflejo de la vida cotidiana en la Ciudad de México. Sin embargo, a pesar de su popularidad y la variedad de productos que ofrece, enfrenta serios problemas de insalubridad, inseguridad y desorden que afectan tanto a comerciantes como a clientes.
### Un Espacio Comercial en Crecimiento
Ubicado en el límite entre las alcaldías Iztacalco e Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl, el mercado se extiende por aproximadamente 20 calles y cuenta con cerca de 2,000 locales. Desde carnicerías hasta tiendas de abarrotes, la oferta es amplia y variada, lo que lo convierte en un destino atractivo para quienes buscan productos frescos y de calidad. Sin embargo, la expansión descontrolada de los negocios ha llevado a una saturación del espacio, donde muchos comerciantes han invadido las banquetas y calles, dificultando el tránsito de peatones y vehículos.
Gabriel, un vendedor de carne de cerdo, comparte su preocupación: «Antes éramos 100 carnicerías, ahora somos más de mil. Muchos predios alrededor eran casas, ahora son bodegas o accesorias que distribuyen carne». Esta situación ha generado un caos en la movilidad, con calles congestionadas y un ambiente que se torna cada vez más insalubre. La acumulación de basura y desechos en el mercado es un problema constante, lo que provoca que el olor a carne y desechos se mezcle con el ambiente, creando un entorno poco agradable para los visitantes.
### Inseguridad y Delincuencia: Un Problema Creciente
La inseguridad es otro de los grandes retos que enfrenta el Mercado San Juan Pantitlán. Los comerciantes han reportado un aumento en los robos y asaltos, lo que ha llevado a muchos a tomar medidas de seguridad adicionales, como la instalación de alarmas y la creación de grupos de vigilancia. Carlos, un vendedor de carne de res, expresa su frustración: «En el mercado no existe seguridad. Cada quien cuida su negocio». Los relatos de violencia son alarmantes; en junio de 2023, un hombre fue asesinado a tiros en el mercado, y otros incidentes de violencia han sido reportados en los últimos meses.
La percepción de inseguridad no solo afecta a los comerciantes, sino también a los clientes que acuden al mercado en busca de productos frescos. La combinación de un entorno caótico y la amenaza de la delincuencia ha llevado a muchos a reconsiderar su visita al mercado. A pesar de estos desafíos, algunos comerciantes defienden la importancia del mercado como un pilar económico para sus familias y la comunidad. Jorge Giovanni, un vendedor de frutas y verduras, menciona que, a pesar de los problemas, el mercado es una fuente de empleo y sustento para muchas familias.
### La Resistencia a la Reubicación
A pesar de los problemas evidentes, los locatarios se oponen a cualquier intento de reubicación del mercado. Para ellos, trasladarse significaría perder a sus clientes y comenzar de nuevo. Omar, un carnicero, recuerda la reubicación de 200 locatarios en 1986, que resultó en la quiebra de muchos de ellos. «No sería lo mismo; a lo mejor ni venderíamos», afirma. Esta resistencia se basa en la historia del mercado y en la conexión que los comerciantes han desarrollado con sus clientes a lo largo de los años.
El investigador Mario Cuéllar señala que la expansión del mercado ha sido un fenómeno que comenzó en los años 70, cuando los comerciantes comenzaron a establecer negocios permanentes. Sin embargo, la falta de regulación y planificación ha llevado a una situación insostenible. La administración del mercado se complica aún más debido a su ubicación entre dos alcaldías y un municipio, lo que dificulta la implementación de soluciones efectivas.
### La Necesidad de un Reordenamiento
A pesar de la resistencia de los comerciantes, la necesidad de un reordenamiento del mercado es evidente. En 2019, la Comisión Metropolitana de la Ciudad de México intentó dialogar con los comerciantes sobre la posibilidad de reubicarlos, pero no se llegó a un acuerdo. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ha reconocido que el problema del mercado San Juan es un desafío metropolitano que requiere atención. Sin embargo, hasta la fecha, los locatarios no han recibido notificaciones sobre un posible reordenamiento.
La situación del Mercado San Juan Pantitlán es un reflejo de los desafíos que enfrenta la Ciudad de México en términos de urbanización, seguridad y comercio. A medida que la población sigue creciendo, la necesidad de soluciones efectivas se vuelve cada vez más urgente. Los comerciantes y la comunidad deben encontrar un equilibrio entre la preservación de su fuente de ingresos y la mejora de las condiciones de vida en el mercado, para que este emblemático lugar pueda seguir siendo un pilar de la economía local.